La muerte, la herida, el dolor, el peligro son consustanciales al toreo, son lo que hace de la Fiesta un espectáculo único en nuestros días. Ante la anestesia social que representan los espectáculos de masas (el balompié en primer lugar), la ocultación de la muerte (tanatorios al borde de las autopistas), la vida vivida en forma vicaria (la novela, el cine), la idiota percepción de estar viviendo permanentemente momentos históricos (la muerte de Suárez, la suspensión de hoy en Las Ventas) o la ilusión de la presencia (la TV), sólo la tauromaquia pone al hombre contemporáneo frente a la verdad eterna de la muerte. Es, en ese sentido, el espectáculo más subversivo que existe.
José Ramón Márquez - Duodécima de Feria. Dos toros y un "Verano sangriento"*
Foto: Vía Gloria ánchez-Grande
No hay comentarios:
Publicar un comentario