miércoles, mayo 31, 2017

Vigésima de feria


Y van veinte en esta feria, 2 novilladas, 3 de rejones y 15 corridas de toros.

Toros de Victoriano del Río para Miguel Ángel Perera, López Simón y Roca Rey

Los toros de Victoriano del Río, madrileños como los novillos de ayer, eran muy mansos, especialmente el tercero que era huidizo y que le ha correspondido a Roca Rey que contra todo pronóstico ha conseguido embarcarlo en la muleta, también lo consiguió en un quite después del simulacro de varas: dos arañazos realizados por el picador que hacía puerta. Tiene mérito la faena realizada al manso ya que hay que obligar mucho al toro en contra de su voluntad y ceder, acudir a sus terrenos con valentía y exponerse a los derrotes del animal, Roca Rey sorteó con éxito las dificultades que presentaba el toro y le mató de estocada definitiva; cortó oreja.

El quinto derribó a Tito Sandoval y a continuación, una vez repuesto el caballero en su sitio le propinó una vara perfecta en todo lo alto, en su sitio, allí donde nunca pican y tan necesario es, volvió el toro a entrar al caballo y aguantó el empellón sin levantar la vara lo que defraudó, nos hubiera gustado ver de nuevo la reacción del toro.

Si se venía picando poco durante toda la feria, hoy ha sido seguramente el día que menos se ha hecho, arañazos superficiales y cambio de tercio en seguida, los toros no parecían tan flojos, ninguno se ha caído y eran grandes, fuertes y con trapío.
Pero lo que no tenían era alma, ni interés en los engaños, todos se han acabado rajando al cabo de pocos pases de muleta.

Aunque debo decir que puede haber otra causa para que se raje el toro además de su falta de casta y clase: la desidia de los toreros, la falta de mando, la forma de torear siempre fuera de cacho, con la muleta retrasada y sin cargar la suerte, el toro si tiene poca raza se tiene que ver muy obligado para dejarse torear, de lo contrario empieza a protestar en seguida y acaba yéndose de la suerte dejando en ridículo a su oponente.

Perera ha toreado con desgana toda la tarde, muy frío y sin entrega, liándose con la muleta ante cualquier inconveniente del astado, ha estado muy por debajo de su nivel, salvo en la estocada al cuarto, a pesar de lo cual ha cortado una inmerecida oreja, López Simón no ha tenido su tarde aunque parecía más decidido que el otro día y Roca Rey nos ha gustado en el tercero y nos ha defraudado en el sexto.

La tarde ha quedado muy lejos de las expectativas creadas.

Jandro

miércoles, 31 de mayo de 2017
Fotos: Andrew Moore

1 comentario:

  1. De siempre a los maestros en tauromaquia se les ha llamado "matadores de toros". Dar muerte al toro con verdad, limpieza y brevedad era su verdadero oficio. La situación actual es diferente. Ayer Roca Rey-¡que buen nombre para un inodoro!-,una vez realizada la suerte de matar y visto que el toro no moria, en vez de volver a intentarlo o utilizar el recurso legítimo del "verduguillo", se dedicó durante mas de tres minutos de reloj, a realizar aspavientos y desplantes flamencos, a la espera de la muerte por putrefacción del animal. No contento con esta "representación" que tan buen fruto le dió,(le regalaron en la tombola una orejita), en su segundo,lo volvió a realizar, esperando la muerte de su toro, por simple envejecimiento celular. En esta segunda y bochornosa ocasión, la espera se demoró por mas de cuatro minutos. El publico, el presidente y los alguacilillos mientras tanto, a lo suyo: unas pipas, un traguito, un cigarrito, en fin, pasando la tarde. Mal vamos si esta falta de sensibilidad, esta falta absoluta de toreria, llega a los oídos de quien todos sabemos. Se lo estamos poniendo "a huevo". No es defendible la muerte por putrefacción del toro. No se puede regalar una oreja a un tipo con nombre de sanitario,que adopta estas añagazas como "modus operandi", por mucho que sea paisano de premio Nobel. Tampoco se debe dar una oreja a un tipo que se pasó la tarde mal lidiando a su toros, corriendo tras ellos y que como mérito maximo, enjaretó unos trapazos acelerados en la puerta de chiqueros "acompañando" la querencia ovejuna de su oponente. No nos engañemos, la cosa está fea, y visto lo visto y oído lo oído,
    no hace falta ser un lince, para saber que se va a poner imposible.JUANSINTIERRA

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