miércoles, mayo 17, 2017

Fortes


Con un muletazo cambiado de rodillas inició Fortes la faena al segundo de la tarde, un toro fiero, combativo e incierto, casi las mismas condiciones que mostró el torero en su labor. Siempre bien colocado y cruzado, dibujó Fortes dos tandas de naturales ceñidísimos, de esos en los que los pitones calientan los muslos. Muletazos no para la alegría festiva, sino para el sufrimiento, de los que ponen el corazón en el puño, en la seguridad de que el muchacho se está colocando en la cuerda floja de la vida. Tres bernardinas valentísimas pusieron el broche a una actuación que la plaza siguió con enorme atención. Y eso que no fue una faena vistosa, pero sí honda y cargada de argumentos

Antonio Lorca

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