Ayer
volví a ver un festejo de rejones, no fue por ni por el caballo, ni
por los rejoneadores anunciados; lo hice, porque la corrida era del
hierro de “Prieto de la Cal”, y porque aunque ver el
comportamiento del toro en un festejo de rejones es harto difícil y
complicado por el castigo que generalmente reciben con rejones y
farpas, siempre se ven cosas en el toro. Y vaya si las vimos....
Ayer,
la CASTA se impuso a los dos actuantes en festejo:
(...)
Salidas
espectaculares de los novillos, que en todo momento exigieron y
pidieron las credenciales de quienes les iban a torear, aunque fuera
a caballo.
(...)
En
conjunto, novillada muy encastada de PRIETO DE LA CAL, que además
tomó los capotes con codicia y largura en todos los momentos que los
subalternos se los pusieron delante. Que tuvieron muchas más
virtudes que defectos, de lo que tiene que ser y buscarse en un toro
bravo. Novillada, que en ningún momento buscó el cobijo de las
tablas (síntoma de mansedumbre), y que murió buscando siempre los
medios y sin abrir la boca…. Una novillada, que me hubiera gustado
ver lidiar a pie, porque seguro que nos hubiéramos divertido, y que
espero, el año que viene pueda volver con una novillada picada,
porque Peralta se lo debe ya a esta familia ganadera…
Jesús
María Moreno en Portón de Toriles -Aquí
la crónica completa-
Nota: creo que es la primera vez en 10 años en que hacemos referencia a un espectáculo de rejones. - y espero no hacerlo en , al menos, otros 10 años-
Foto: Costillares
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