viernes, febrero 02, 2007

Andrés Vázquez


Recibo el siguiente e.mail de Pgmacías:
Amigo Javier, esto lo he sacado de la entrevista que José Ignacio de la Serna le hace a Andrés Vázquez en la revista Taurovent nº 7 septiembre -octubre 2006 .
...La ganadería de Victorino Martín ha sido clave en su carrera. En 1970 llegó incluso a matar en solitario seis toros de este hierro, saliendo una vez más a hombros
Bueno, antes de matar aquella corrida en solitario cuajé en Madrid al famoso Baratero . Por la mañana, cuando lo vi en los corrales me impresionó la agresividad de su mirada. Era la primera vez que me enfrentaba a un toro de este hierro. El primero de la tarde , de nombre Granaino, fue uno de los toros más peligrosos que he lidiado en toda mi vida. Le corté una oreja con quince muletazos por bajo camino del centro del ruedo. Aquella faena tuvo una gran emoción. ¡Era tal su fiereza que me saltaba por encima de las piernas!.

Aquella fue la primera vez que a un toro de Victorino Martín se le daba una vuelta al ruedo, el 10 de agosto de 1969.
Baratero fue un toro extraordinario. No le pegué más de veinte pases. Recuerdo que al salir de un meletazo se me quedó mirando y sentí como me pedía la muerte y como llevaba le espada de verdad, allí mismo lo entré a matar. Fue un éxito clamoroso.

Cree que con el paso de los años el toro de Victorino ha variado su condición.
Pienso que sigue siendo el mismo de siempre, con sus virtudes y sus defectos. El toro de Victorino es especialmente sensible y, para entenderlo, creo que es fundamental acariciarlo con la voz y con los engaños. Dejarlo llegar, que se estrelle en los vuelos y los empuje hacia delante y, por supuesto, hablarle con dulzura con cariño. Se trata de confiarlo, de sosegarlo. Si serán sensibles que hasta el tono de voz es importante. Decía Juan Belmonte que para torear de verdad había que mantener un romance con el toro.

¿Vivió Andrés Vázquez ese romance?
Desde luego. He sido muy feliz en mi profesión y estoy satisfecho con lo que he conseguido. Siempre respeté al toro y jamás me atreví a insultarlo. No entiendo eso de salir de la cara dedicándole semejantes barbaridades. Él es el rey de la fiesta. Un ser excepcional venido de otra galaxia. Al toro hay que pedirle permiso para todo

3 comentarios:

  1. De lo poco que conozco al "Brujo de Villalpando", mi impresión siempre ha sido de ver hablar a un Torero, un Maestro y un Señor.

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  2. Pues con todos mis respetos para el MAESTRO, para mí no son los mismos victorinos.

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