Una mansada con muy
mal genio ha enviado Cuadri a Madrid, ásperos, duros, difíciles, esperaban al
torero, al banderillero, al caballo y se arrancaban con arreones tremendos.
Pedían el carné, había que armarse de valor y tener mucho oficio para acercárseles
con cualquier pretensión: poner banderillas o presentarles la muleta, no les
digo para entrar a matar. Menudos regalitos para los tres toreros que han
toreado poco más de veinte corridas entre los tres a lo largo de 2016.
El primero y el
sexto además estaban inválidos y debieron ser devueltos por el usía que no
atendió los intereses de la afición manteniéndolos en el albero y haciendo
imposible torear a Robleño el primero que se desplomaba al finalizar cada pase.
Con el cuarto Robleño realizó una faena aseada que no culminó con la espada.
Castaño estuvo
muy desacertado con sus dos oponentes, se le ve muy desconectado de su oficio,
debería reponer energías y ánimo antes de volver a enfrentarse a los toros.
Muy valiente
Venegas lo intentó por los dos pitones en el tercero que resultó imposible y
con el sexto al que fue capaz de propinar varias series por ambos pitones de
desigual resultado, pero de mucho valor dado que el morlaco no ayudaba y tenía
que hacer él toda la labor, se equivocó queriendo finalizar la faena por
bernardinas, el toro le derribó, sin graves consecuencias creemos, y mató de
muy mala manera.
Llegan a las
Ventas las corridas difíciles y desaparecen de los carteles los nombres de las
figuras, como siempre.
Jandro
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