En su
puesto salió un toro, que debía llevar en los corrales desde inicio de
temporada. Era manso y huidizo, al que costo picar, vamos lo de picar es un
decir. Iván Vicente comenzó doblándose por bajo con él sacándoselo hacia fuera,
de forma firme, algo que, a mi parecer, marco el desarrollo posterior de la
faena. Con la derecha estuvo firme, con mando, bajando la mano y mucho. Pero
cuando se echó la muleta a la mano izquierda, fue apoteósico. Temple, mano
baja, trincherazos de lujo. Toreo del caro, pero muy caro, esos naturales de
Iván Vicente. Y el final, naturales con la mano baja, temple, suavidad y
trincherazos de ensueño. Aun se me eriza la piel cuando recuerdo esos
naturales, arrastrando la muleta, despacio, a cámara lenta. Mata de una entera
y un descabello después de un aviso. Petición mayoritaria y una oreja. Iván
Vicente debe tener su sitio. He visto los mejores naturales de la temporada.
Hacía tiempo que no me emocionaba como ayer.
Siempre fue torero fino, lo que pasa que se cruzaba poco, no se si en la faena de ayer estuvo colocado en su sitio o al hilo del pitón.
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