David Liceaga Maciel (Romita, Guanajuato, 22 de junio de 1911-León, Guanajuato, 2 de noviembre de 1996), me dijo un día:
Ser torero es muy bonito, pero más aún es respetar al toro, al público y a uno mismo. Nunca le falté a un compañero ni permití que nadie lo hiciera conmigo, pero es indudable que en el medio taurino la dignidad se vuelve un estorbo
"Aparte de ser uno de los toreros más completos en la historia de la tauromaquia y probablemente el banderillero más extraordinario de todos los tiempos, Liceaga fue fundador de la Unión Mexicana de Matadores de Toros y Novillos y secretario general de la misma en dos ocasiones; en 1932 estoqueó en Barcelona el toro más pesado de que se tenga memoria, un ejemplar de Arranz, con 970 kilos; en 1935 fue a Bogotá por tres corridas y toreó ¡18 seguidas!, matando toda la camada de la ganadería de Mondoñedo; salió cuatro veces a hombros en Madrid; jamás conoció la comodidad ni dio tregua a sus alternantes, consagrados o modestos, y nunca dejó un toro vivo de los centenares que enfrentó en todas las plazas del mundo.
De David Liceaga, maestro incómodo si los ha habido, puede decirse con justicia:
(Leonardo Páez -Aquí el artículo completo-)
Foto vía: Joaquín Albaicín
La gloria de los buenos está en su conciencia más que en la boca de los hombres.
(Leonardo Páez -Aquí el artículo completo-)
Foto vía: Joaquín Albaicín
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