Que nos den… tila
A quienes les quede un poco de afición que les den… tila. A quienes sientan algo de nostalgia, aunque sea aséptica, por este vapuleado mundo de toros, que se vayan preparando una dosis letal, que les va a hacer falta. Y a quienes pretendan hacernos comulgar con este fantoche de fiesta, por favor, que tengan la amabilidad de meterse en vena un jeringazo de pulcritud. Veamos.
Foto vía La razón Incorpórea. Copio: Vista del tendido de las Carracas de la plaza de Sevilla (Fotografía de 1909 de la revista “Los toros”). La pancarta colgada en la barandilla de la delantera de grada pedía la “Guerra a los malos toreros”.
Lo de La razón incorpórea realmente no tiene nombre. Es algo... inusitado. La última es que a Pepe Hillo le encantaban los toros de Domecq. Los jeribeques del blogger para llevar el agua a su molino son dignos del esperpento valleinclanesco. Hace mucho que dejé de visitar ese laberinto. Algunas veces caigo, como hoy.
ResponderEliminarSaludos. Luis Cerón.
Yo ya no caigo mas. Me produjeron tal desaliento que prefiero no disfrutar de la tauromaquia antes que comulgar con sus ruedas de molino.
ResponderEliminarLuis Cerón:
ResponderEliminar(Por alusiones)
Gracias por visitar la razón incorpórea aunque sea esporádicamente.
En efecto, resulta inconcebible que rescatar textos antiguos (transcritos literalmente) y poner sobre el tapete "lo que han dicho" sobre los toros gente como Pepe-Hillo, Corrochano, Antoñete, Dámaso Gonzalez, Manolete, Manolo Martínez, etc. etc., pueda molestar tanto al aficionado de nuestros días incapaz de aceptar nada que vaya contra sus ideas y prejuicios. Lamento que esas verdades le sea tan incómoda pero no creo que manipular la historia solucione nada. Atentamente. .