jueves, marzo 13, 2014

En Sevilla nos engañan como a chinos (Antonio Lorca)

 Parece que tanto los toreros -las cinco figuras del veto- como los empresarios -Eduardo Canorea y Ramón Valencia- mienten descaradamente; parece que todos tienen mucho que ocultar, y lo que está claro en que ambas partes están protagonizando una gravísima agresión a la fiesta en unos momentos en los que la vida se le escapa en mil frentes abiertos.
(...)
¿Tienen razón los toreros cuando reclaman dignidad y respeto de la empresa sevillana y denuncian incumplimientos económicos y trato poco elegante? Seguro que sí. Pero la pierden, primero, cuando ellos han hecho de la opacidad moneda de cambio. Todo a su alrededor es un misterio calculado: los dineros que perciben, que podría entenderse, el contenido de sus negociaciones con las empresas, sus exigencias en las ganaderías, en los despachos y en los corrales, y, especialmente, sus supuestas relaciones con la manifiesta manipulación que sufre la mayoría de las reses que se lidian. Ahí está el caso de El Juli, reconocidisíma figura, que no ha tenido empacho en imponer el toro impresentable en plazas como Madrid o lidiar becerros vergonzosos en la feria de Huelva, por poner solo dos ejemplos. ¿Acaso no es esa una falta de respeto a la afición? (...). Y lo que hace El Juli es lo mismo que imitan sus compañeros
(...)
¿Y los empresarios de la Maestranza?
Es comentario general que se han ganado a pulso esta triste y penosa situación por su falta de tacto, su lenguaje inapropiado, su soberbia y sus métodos destemplados a hora de negociar con los toreros.
Tan opacos o más que los toreros (piden que estos se rebajen los honorarios, pero ellos no ponen sobre la mesa las cuentas de facturación, gastos, pérdidas y beneficios), no han sido capaces de gestionar la crisis con la inteligencia que se les supone a los rectores de una de las primeras plazas del mundo
(...)
Pues que sepan los toreros y los empresarios que ellos, y solo ellos, están haciendo más contra la fiesta de los toros que todo el antitaurinismo andante. Y que no tengan duda de que la historia, más pronto que tarde, les pasará factura por su manifiesta irresponsabilidad. Porque la mentira tiene las patitas muy cortas. Y la fiesta está necesitada de transparencia, honorabilidad, integridad, verdad y emoción, conceptos que no parece que se hayan barajado en esta crisis.
foto: web Taurología

1 comentario:

  1. Nos queda la lucidez ante el desastre:la "grandeza",como concepto taurino,se desvanecio...ya no hay heroes,ni tampoco hombre sencillos y llenos de generosidad...sin esa "verdad"-toro integro,salvaje,hombres de valor,corazon,saber...no solo los toreros,pero primero,ellos tienen que dar el ejemplo.Yo sé que hay todavia toreros asi,entonces porque demasiados relegados,despreciados al menos...y ni siquiera la empresa sevillana los llamo...Gracias a A.Lorca que una vez mas ,con sus palabras lucidas,habla de este mundo que se va cayendo a pedazos,y Gloria a los toreros de verdad que aun nos quedan.

    ResponderEliminar