Aunque todavía no son oficiales, ya se conocen los carteles de la Feria de Abril de 2014. Son imposibles. Jamás en la historia ha tenido la feria primaveral de Sevilla unos carteles tan malos. Más que malos, horrorosos. La Empresa Pagés había conseguido una cosa muy importante: que el aficionado hubiera entendido su punto de vista en su pugna con los cinco latinos. Morante y compañía se habían quedado sin defensores, al menos públicamente. Era el momento para que la empresa demostrara su afición, su talento e imaginación. Pero no, ha perpetrado un auténtico esperpento. Canorea padre, jamás hubiera confeccionado semejante bodrio. Aceptando de entrada que no se podía contar con los cinco latinos, se podía haber hecho una feria muchísimo mejor. Vayamos por partes:
1.- El toro. Una ganadería dura convierte en aceptable un mediocre cartel de toreros. Pero ese mismo cartel de toreros es intragable con una ganadería suave. Por tanto, cuando la empresa supo de la deserción de los cinco latinos, tendría que haber sustituido varias ganaderías comerciales por ganaderías duras. Si estuviera en la feria todo el abanico de ganaderías toristas, se hubiera interesado a muchos aficionados franceses, madrileños y del norte de España. También existe un torismo sevillano harto de tanto monoencaste. El monoencaste se tolera con las figuras, no con los toreros del montón. Claro, que para conseguir lo que acabo de decir, hay que moverse, patear el campo y afrontar una serie de incomodidades que no deben ser muy del gusto de los moradores de los despachos de la calle Adriano...
Domingo Delgado de la Cámara -Aquí el artículo completo-
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