Nacido
en 1948 en Orange, Juan-Luc comienza como panadero con apenas 18
años. Compra un pequeño negocio en Arles, y tiene entre sus
primeros clientes a Alain Tardieu y su esposa Frédérique, ganaderos
de bravo como su padre. Un día, Frédérique le pregunta a Jean-Luc
qué hace con el pan que no vende, y éste responde que lo tira...
Descubre entonces que los toros bravos criados en la masía de
la Cour des Boeufs se relamen con él y, desde ese día, guarda
todo para ellos. A causa de esto, lo invitan a visitar la ganadería
y, cuando se encuentra frente a esta inmensidad de herbaje y de
marisma, es presa del vértigo. Jamás ha visto una corrida, pero ya
no se perderá una, asistiendo a todas en las que
participan los toros de sus amigos, que son también un poco
suyos, ya que comen su pan.
[…]
Más abajo, en la llanura bautizada por el mítico castillo, el gran
pantano del que Jean-Luc también se hizo propietario comprando la
Haute Cote, es semejante a la marisma que conoció Fernando de la
Concha y Sierra, zona húmeda plantada por cañas salvajes que
constituye un paraíso ecológico para las especies migratorias. En
las orillas de las aguas quietas, ricas en carpas gigantes, las
jóvenes generaciones de Concha y Sierra esperan enfrentarse a su
destino, al amparo de malezas inextricables cuyos claros esponjosos
rebosan una hierba tierna.
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