En Madrid a 22 de enero de 2014
La Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles, en relación con la situación actual que vive el sector taurino y con los últimos hechos acaecidos, quiere comunicar una serie de manifestaciones ante la opinión pública en general, y en particular ante los compañeros, el resto de profesionales taurinos y la afición, solicitando de antemano disculpas por el retraso en este comunicado, si bien aclarando que esto obedece al consejo recibido por los servicios jurídicos, que han solicitado este tiempo para acometer adecuadamente las medidas judiciales que se han considerado oportunas.
En un gesto de responsabilidad, el Secretario General de la UNPBE, Fernando Galindo ha puesto su cargo a disposición de la Junta Directiva por los hechos que son de sobra conocidos por todos. Habiendo decidido la Junta por unanimidad respaldar a Fernando Galindo, confirmando su cargo, valorando positivamente la gestión que encabeza, reconociendo los errores que pueden haberse cometido y exponer los siguientes puntos:
Primero.- Desde la denuncia por parte de la asociación de empresarios del vigente Convenio Colectivo y la negociación de uno nuevo que le sustituya, el sector taurino está padeciendo un periodo de inestabilidad e inseguridad jurídica alarmante. A eso se suma que en los últimos tiempos las condiciones laborales de matadores, rejoneadores, novilleros, picadores, banderilleros y mozos de espada son, en la mayoría de los casos, deplorables, infringiéndose constantemente todos los derechos de los trabajadores, no sólo la vulneración de los salarios fijados por ley que quizás sea lo más llamativo.
Segundo.- Ante esta situación, las asociaciones profesionales han solicitado y están haciendo todo lo posible por conseguir un nuevo Convenio Colectivo que mejore el actual y sobre todo se dote de medidas que asegure su cumplimiento. El objetivo del Convenio propuesto es claro: que en aquellos festejos que se organicen, los profesionales sean contratados por su capacidad artística y no por lo dispuestos que estén ajustarse por debajo de los salarios legales.
Se ha ofrecido al sector importantes rebajas salariales con la única solicitud de que se cumplan las tablas salariales que finalmente se establezcan; se ha propuesto acudir conjuntamente a los distintos organismos de la administración para hacer fuerza común e intentar mejorar las condiciones de organización de un festejo: ─Administración Tributaria por el tema del IVA, de la tributación fiscal en sí, etc.─; se ha propuesto acudir a la Tesorería General de la Seguridad Social para mejorar el sistema de cotización que resulta perjudicial para las empresas que cumplen con sus obligaciones en detrimento de las empresas “piratas”, así como tantas otras cuestiones que el sector debe abordar, tales como los costes y tasas administrativas y otros gastos fijos.
Tercero.- Sin embargo, y a pesar de lo anterior y la disposición del Colectivo de picadores y banderilleros, hasta el momento no se ha obtenido una respuesta positiva de la patronal y la postura que se intuye es de ruptura respecto a las relaciones para con las cuadrillas, pretendiéndose modificar el marco normativo actual, que entendemos provocaría por parte de los incumplidores del Convenio mayores abusos de los actuales.
Cuarto.- Llegamos a la conclusión de que como quiera que el Colectivo de picadores y banderilleros ha mantenido una postura de unión y se ha mostrado cohesionado frente a los abusos y los fraudes contra los derechos de los toreros y de los aficionados cometidos en el sector taurino, SE HA INICIADO UNA CAMPAÑA BRUTAL Y SIN PIEDAD DE ACOSO Y DERRIBO CONTRA ESTE COLECTIVO, EN GENERAL, Y CONTRA SUS REPRESENTANTES, EN PARTICULAR.
Es evidente que hay un movimiento de intereses con un objetivo concreto, que es la desaparición de los agentes sociales para que nadie plantee la más mínima oposición a sus intereses, conocedores de la debilidad que a nivel individual puede condicionar a un picador o a un banderillero aún más en esta situación de crisis económica brutal.
Para ello, no dudan en emplear todos los medios y herramientas que tienen a su disposición, entre las que se encuentran determinados medios de comunicación que controlan, y cuyo discurso marcan desde la sombra.
Quinto.- Que quede absolutamente claro que esta asociación quiere manifestar su rechazo a cualquier tipo de violencia, y desde aquí se reitera en su disposición y talante para la negociación y la consecución de acuerdos en todos los temas que le incumben, pero resulta abrumador comprobar cómo se ha pretendido aprovechar el altercado entre el Sr. Zabala de la Serna y el Secretario General de la UNPBE, Fernando Galindo, para atacar al colectivo, encabezando tal campaña, el propio Sr. Zabala.
Este periodista no oculta cuanto le desagradan picadores y banderilleros. Sin ir más lejos, el pasado día 4 de enero se refirió al Convenio Colectivo en las páginas del periódico El Mundo “como esa cosa que para los banderilleros nunca para de subir mientras en el mundo del toro nada para de bajar”. Cualquiera que conozca o se interese por el mundo taurino sabe que las condiciones laborales de los banderilleros y picadores son generalmente lamentables, sufriéndose la lacra del túnel como un virus imposible de erradicar, además de ocultar interesadamente que los agentes sociales ofrecieron y acordaron con la patronal la congelación salarial durante las temporadas 2013 y 2014; es decir, los salarios llevan dos años sin subir a pesar de lo que dice el Sr. Zabala.
Pero de la misma manera, un profesional responsable e interesado en contar la realidad jamás afirmaría, tal y como hizo este periodista en un artículo periodístico que el abogado Iñigo Fraile es “el hombre fuerte de la UNPBE” (El Mundo, 23 de septiembre de 2013), cuando el mencionado letrado lo es de la Unión de Toreros, y desde hace más de 20 años. En dicho artículo que versaba sobre el mal llamado “veto”, no titubeaba en referirse al letrado Fraile como “el vetador de plazas”. Con ello, su propósito no es otro que propagar la insidia de que la UNPBE “vetó” a 42 plazas, cuando lo cierto es que estas medidas se adoptaron principalmente por la asociación de matadores, impulsadas por los impagos a sus afiliados. Pero todo vale en esta campaña y en este intento de desprestigiar al colectivo.
Sexto.- No se puede ocultar que discursos e informaciones como los vertidos por el Sr. Zabala y algunos otros medios interesados, y que responden a intereses directos y particulares, están generando un clima hostil hacia picadores y banderilleros, clima que varios medios de comunicación han puesto al descubierto (www.altoromexico.com y www.glorietadigital.es) y que han definido acertadamente como “demonización de las cuadrillas”.
Es curioso, pero parece ser que somos los culpables de la crisis económica general que sufre este país, de la crisis económica particular del sector taurino, de que la gente no vaya a las plazas y también de que los toros no embistan. Es evidente que se quiere culpabilizar de todo a las cuadrillas porque son la parte más débil de la cadena, pero también la más unida, la que se moviliza cuando es necesario, la que gestiona como colectivo unos derechos de imagen que se cobran rigurosamente.
Séptimo.- Y sucede que este clima de violencia verbal contra la UNPBE y sus representantes se está haciendo cada vez más agresivo porque los intereses de contrarios son muchos. Por ello, la Junta Directiva y sus afiliados han decidido no doblar la espalda y seguir defendiendo lo que se creen derechos legítimos de los profesionales taurino y de los aficionados, porque todo el fraude que se comete en la organización de un festejo, desde luego va en perjuicio de la calidad del espectáculo y de lo que el aficionado presencia en la plaza, corriéndose el peligro de que llegue a ofrecerse un espectáculo indigno y sin interés para el público, si no mejoran las cosas en todos los sentidos.
Esa defensa de la dignidad de los toreros y del toreo está teniendo como consecuencia que las agresiones verbales deriven en agresiones físicas. Se está pagando un precio muy alto pero que no va a conseguir que se abandone la lucha por lo que se considera justo, y que obedece al mandato de casi 800 afiliados, que representan aproximadamente el 95% de los picadores y banderilleros que actúan en las plazas de toros españolas.
Octavo.- Como punto final, la UNPBE quiere recalcar que el Colectivo de Picadores y Banderilleros es el que menos cuenta a la hora de organizar de festejos taurinos:
A nosotros no se nos consulta por las condiciones de los pliegos; tampoco por las partidas millonarias que los empresarios aceptan abonar por el piso de plaza (a modo de ejemplo, recientemente se ha informado de que los toros proporcionan a la administración madrileña más de un millón de euros al año cuando otros eventos culturales o deportivos están subvencionados o se les ceden espacios y recintos de manera gratuita); tampoco se consulta cuando un ayuntamiento con una plaza de toros de aforo reducido decide organizar dos corridas de toros en lugar de una novillada sin picadores; ni mucho menos sobre qué festejos son televisados y cuáles no y por qué cadenas, y cuánto pagan dichas cadenas a los empresarios.
A pesar de eso, el Colectivo está concienciado en sumar su granito de arena y realizar los ajustes económicos que sean viables siempre que se ofrezcan, como en cualquier sector, garantías de cumplimiento de las condiciones económicas que finalmente se pacten.
Sin embargo, lo que picadores y banderilleros no van a consentir es que la defensa de los derechos de sus afiliados, del cumplimiento de la normativa taurina, de la calidad de los espectáculos taurinos tal y como se ha entendido históricamente, se traduzca en más amenazas, más agresiones y en la criminalización de un colectivo humilde que únicamente pretende ejercer su profesión con dignidad. Para esclarecer cualquier hecho, esta asociación confía en la labor de juzgados y tribunales.
Es por ello que se adoptarán todas las medidas que el ordenamiento jurídico ofrece para la protección ante tales ataques y de la misma manera se solicitará a las autoridades competentes el amparo necesario para que se elimine el fraude en materia de inspección de trabajo, Agencia Tributaria o Tesorería General de la Seguridad Social, en defensa de los derechos de los toreros y de los aficionados que merecen ver un espectáculo digno y dignificado, porque entendemos que el derecho y la justicia asisten a picadores y banderilleros, que son toreros y se juegan la vida delante del toro, y que se deber luchar por los derechos que nos quieren quitar.
Dibujo : Bonifacio Alfonso
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