Peinetas posmodernas y penachos coloreados se dejan ver en los tendidos y andanadas de Las Ventas. Las nuevas generaciones urbanas que han crecido despreciando los tópicos de la España cañí, tópicos que con profusión. repetían los medios de comunicación foráneos, empiezan a asumir su papel histórico y se asoman a la fiesta nacional, todavía con cierta desconfianza, utilizando el coso de Las Ventas como pasarela de sus nuevos modelos. Diseñadores fuera de toda sospecha, que buscaban inspiración en los figurines de Francia, Italia o Gran Bretaña y detestaban las raciales manifestaciones de la España de pandereta y de Frascuelo, han recalado en faralaes y lunares, sombreros cordobeses y chaquetillas cortas. Lo taurino ha entrado a formar parte del polivalente acervo de la posmodernidad, y claro la clientela, vestida entre Carmen de España y torero de Merimée ni ha podido evitar la tentación de darse un paseillo por Las Ventas.El otro día conocí al que podría convertirse en el primer torero punk (Aquí sigue el artículo)Moncho Alpuente (en El País el 18/5/1986)
miércoles, noviembre 28, 2012
El primer torero 'punk'
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