La "musica taurina" es una de las facetas de las corridas de toros que menos atención despierta. Si exceptuamos esas betustas colecciones de pasodobles, un millon de veces oidas e interpretadas de forma rutinaria en muchas plazas, pocos son los musicos actuales que prestan atención en sus repertorios a la turomaquia. Uno de los pocos y desde luego provablemente el mas acertado es el genial Diego Carrasco. "Sus cinco toreros" con asombrosa letra de Carlos Lencero o este "Alfileres de Colores" se cuentan entre sus aportaciones mas deslumbrantes. En su último disco "HIPPITANO", se incluye una buleria que dice: "para torear, como para amar, hay que parar, templar y mandar; hay que parar, templar y mandar". JUANSINTIERRA
La "musica taurina" es una de las facetas de las corridas de toros que menos atención despierta. Si exceptuamos esas betustas colecciones de pasodobles, un millon de veces oidas e interpretadas de forma rutinaria en muchas plazas, pocos son los musicos actuales que prestan atención en sus repertorios a la turomaquia. Uno de los pocos y desde luego provablemente el mas acertado es el genial Diego Carrasco. "Sus cinco toreros" con asombrosa letra de Carlos Lencero o este "Alfileres de Colores" se cuentan entre sus aportaciones mas deslumbrantes. En su último disco "HIPPITANO", se incluye una buleria que dice: "para torear, como para amar, hay que parar, templar y mandar; hay que parar, templar y mandar". JUANSINTIERRA
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