lunes, septiembre 18, 2006

Una pregunta.


Supuesto: Hay un toro que por trapío y comportamiento es merecedor del indulto. Sale al ruedo y se encuentra con un torerillo del tres al cuarto que solo piensa en el modo darle trescientos trapazos, por ello se olvida del primer tercio, se limita a acercar el toro al caballo y desde el mismo le dan un interminable puyazo. A pesar del puyazo el toro sigue comportándose como lo que es, un Toro bravo... por culpa de ese torerillo no ha podido mostrarnos su bravura en el primer tercio.
Pregunta: ¿Tendría sentido que al final de la faena de muleta saliese el picador y se volviese a colocar en suerte al Toro?.
Nota: Logicamente en este segunda salida del picador sólo se utilizaría el regatón.
Nota 1: Esta pregunta surgió en una conversación de la que forme parte hace unas semanas.
Foto: F. Hagblom.

5 comentarios:

  1. Éste mismo debate lo tuvieron anoche en el programa de la Cadena Ser.

    El tema es complicado, porque nos han robado el Tercio de Varas, en teoría habría que llevar al toro dos, tres..veces al caballo, pero midiéndolo, sin taparle la salida...ect y veriamos después su comportamiento en la muleta.

    El problema es que se le da el monopuyazo, se cambia el tercio y apenas se tiene en cuanta el tercio de varas.

    Pero también hay un matiz importante, y es que aunque el toro reciba un puyazo, en realidad es cómo si recibiera tres, porque el toro choca contra un muro que es el caballo actual, se le da una caña tremenda ( sobre todo si el matador barrunta casta ), se le tapa la salida...ect; es decir, se hace muy mal. A los toros se les castiga más de lo que parece, pero claro...se hace muy MAL.

    La suerte de varas se ha convertido en una carnicería cuando el torero vislumbra un poco de casta.

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  2. Para empezar los sementales han de salir de las tientas en el campo. El ganadero que lleva un toro a la plaza y se lo indultan- merecidamente, ya sé que es raro suponerlo- ha sido un error suyo por no haberlo visto antes. A través de las reatas, trapío, conocimiento de su propio ganado...

    Entonces, si este toro realmente bravo sale a la plaza y se considera realmente digno de indulto, desde mi punto de vista, debería volver a salir el picador. Por el simple motivo, de que en el campo se hace así.

    Digamos, que es el que pone la ginda al pastel de la bravura inconmensurable. Es la manera más tajante y clara de ver si es bueno o excepcional.

    Al margen de esto, y como dice Raúl, a los toros se le pica muy mal. Deberían empezar por picar en su sitio- el morrillo-, no tapar la salida inmerecidamente, medir el castigo, y que el caballo no se convierta en un muro- la belleza del toreo surge cuando la pelea es de igual a igual, y se prescinde de las ventajas-.

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  3. Que vuelva a salir el picador, pero no se confundan la ola de indultos que nos asola no está pensada ni para que padreen los supervivientes, ni para dar en los morros a los comehierbas y mucho menos para salvaguardar la casta y la bravura del toro.

    Es una mera propaganda, un triunfalismo barato, tan falso como los tiempos que nos acompañan, que salga de nuevo el picador no interesa, porque si el toro canta la gallina se jode el invento.

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  4. Tenía yo pensado escribir un post sobre ésto, porque no le veo sentido a que salga el picador para marcar la vara con el regatón. ¿Dónde está el castigo, entonces, cómo medimos la bravura? Si se estrella en el caballo y no hay nada que le haga daño no veo el mérito. Lo que habría que hacer es picar con puyas más pequeñas, coño, que es que da miedo verlas.

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