lunes, julio 15, 2013

Sobre la corrida de Miura en Pamplona


 Decíamos que los de Miura eran unos tontos de baba. Sin un gramo de casta. Por no sacar no sacaron ni el peligro legendario de la vacada miureña. Parados, amuermados (estos seguro que han bebido mucho en los corrales), sin codicia... en fin, sin nada. Huecos, vacíos... la nada absoluta. Bueno sí, el tercero parecía que en vez de Zahariche venía directamente de la caja de Norit, el borreguito. Allí que iba y venía el torete con sus andares cochineros. Un torillo que parecía sor Gertrudis de lo "buenecico" que era. Pa pnerse bonito, "de durse" toreando. Si en vez de estar herrado con la A con asas lo está con una de los múltiples hierros sucursales del encaste bodeguero, nos lo creemos.
Iñaki Etxarri en El Chofre. Les enlazo a la crónica completa 
La corrida de Miura era de una fachada imponente. Toros enormes y de una altura y una longitud espectácular. Pero sólo tuvieron eso, fachada. El peor defecto que puede tener una ganadería dura es la falta de fuerzas. Y salvo el primero, el resto no tuvo ningún poder. Es más, quinto y sexto estaban totalmente inválidos y debían haber sido devueltos. Dejando aparte el preocupante asunto de la invalidez, además dieron un juego malísimo. Por sosos y desrazados, no parecían miuras. El miura peligroso tiene su cartel y gusta al aficionado. Pero los miuras de ayer ni siquiera fueron eso. Fueron unos toros parados, rajados, sosos... Estaban como dormidos. Una corrida descastada cualquiera de una ganadería cualquiera.
Domingo Delgado de la Cámara ( en la crónica "Sólo fachada"

Foto: Berho para Aplausos

No hay comentarios:

Publicar un comentario