Sobre la suerte de varas

Si se quiere frenar la decadencia y preparar el futuro, urge redefinir las bases del espectáculo moderno. La clave consiste en reencontrar un equilibrio entre los tres tercios. De lo contrario, el tercero engullirá a los dos primeros hasta desembocar a medio plazo en una deplorable exhibición que ya contemplamos en plazas de menor categoría donde las figuras se desenvuelven como pez en el agua tras enviar unos toros impropios de su propia naturaleza, por no hablar de la de la Fiesta. El nuevo modelo de espectáculo requiere, evidentemente, el regreso a los ruedos –todos los ruedos- de un toro auténticamente bravo, y no de un híbrido sumiso criado exclusivamente para colaborar en el proyecto artístico del torero. Por supuesto, para aportar la prueba de autenticidad, el único tercio válido –digan lo que digan los ganaderos que apuestan por el toro «artista»- es el primero. Por tanto, hay que regenerar la suerte de varas no para permitirle al toro moderno superar una prueba dura en exceso para su pobre condición, sino para hacer de este tercio un digno predecesor de la faena de muleta.

Vía: Editorial del número de Tierras Taurinas dedicado al tercio de varas 
Foto: Terres Taurines