Ayer, mientras se cometía la histórica pantomima de
Valladolid, había quien pedía unidad, que todo el mundo apoyara aquel teatrillo
porque se había conseguido que los toros (valga la novillada adelantada como
legalmente toros) fueran de nuevo retransmitidos por TVE, no sé porque de la
historia de “Aladino el Taurino”, no recuerdo quien me lo ha contado, aunque
sospecho lo hizo mi Yayo, que Dios lo tenga con el, aunque no se muy bien cuando
lo haría porque no tuve la suerte de conocerlo, puesto que se fué estando mi
madre en estado de buena esperanza, si cabe la palabra esperanza en lo que
luego fue quien esto escribe.
A lo que íbamos,
Érase una vez, un humilde aficionado de
los que piden toros pero se pirran por los figuras, de esos que van una vez
tras otra a ver a las figuras, y todas ellas salen diciendo que no volvería,
pero siempre lo hacía, con la inacabable ilusión porque algún día mataran
toros, Federico se llamaba nuestro amigo. Federico se ilusionaba con todo, y
siempre estaba diciendo a sus amigos, que había que apoyar, que no había que
criticar, que las cosas mejorarían, que cuando los profesionales lo hacían asi,
sería por algo, que ellos eran los que se ponían delante, etc.
Estaba Federico un día paseando por los alrededores de la Maestranza
cuando a la vuelta de la esquina, encontró una lámpara en el suelo, como esas
de los cuentos, riéndose se agachó a cojerla y la froto, de repente, tras él,
sonó un estruendo, se giró , entre una inmensa polvareda, apareció la figura de
una persona, corpulenta bien trajeado. Federico asustado preguntó:
_ ¿Quién eres?
_ Soy Aladino El Taurino, el Mago de los Toros, al frotar la
lámpara me has invocado y estoy aquí para cumplir tres deseos que tengas.
_¿Tres deseos?
_Sí, Tres deseos tres, pero eso sí, te pondré una única
condición que tendrás que aceptar si quieres que tus deseos se hagan realidad.
_Dejadme que piense.
_Rapidito.
_Primero, Quiero que
los figuras lidien toros de todos los encastes, y siempre las reses de mas
trapío, y sólo actúen en plazas de importancia, y en las de menor categoría lo
hagan abriendo cartel a jóvenes valores. Segundo, que los ganaderos, sean
ganaderos seleccionen por Casta y Bravura, que los Toreros sean toreros y estén
dispuestos a lidiar todo, los apoderados sólo apoderados, de un torero cada uno,
los empresarios sólo empresarios y los
periodistas cuenten lo que de verdad pasa, cada uno a lo suyo, haciendo las
cosas de frente y por derecho. Y por
último y tercero que las plazas se llenen de aficionados, que con su
exigencia provoque que cada día tenga mayor importancia lo que en el ruedo
ocurre. ¿pueden ser esos tres?
_Si puede ser, así será, si aceptas como te dije la
condición que te pondré?
_Adelante, decidme:
_ Tienes que dejarte que te “dé por el orto”.
_¿Cómo?
_Coño, que te dé por culo. No es tan difícil de entender. Tu
me estás pidiendo que cambie la historia del Toreo, que suprima todos los
vicios del sistema y a cambio tienes que dejarte que te haga “tras,tras”, que
diría Antonio Recio, por un ratito de sufrimiento a cambio te llevas lo otro
para los restos. ¿Aceptas?
Federico, cabizbajo, aceptó, se bajó los pantalones, se
agachó, mientras Aladino el Taurino, se bajó los pantalones, y empezó la tarea,
Pin pam, pin pam, pin pam, cinco minutos, diez minutos, y Aladino no se
cansaba. Pin Pam, Pin Pam Pum Toma Lacasitos, en estás que Aladino pregunta:
_ A todo esto, ¿Cómo te llamas?
_Federico_ contestó a duras penas
_Federico, ¿y cuantos años tienes?
_Cuarenta, ¿te queda mucho?
_Y hace mucho ¿que eres aficionado?
_Toda la vida.
_Federico, entiendo que con 40 años puedas creer en lámparas maravillosas, pero Federico 40
años conociendo taurinos, ¿todavía te fias de un taurino?
Muy bueno Costi
ResponderEliminarPgmacias
Federico es el Arnás, ¿no?
ResponderEliminarNo, es un nombre cojido al azar, Arnás es un profesional, nuestro Federico es un aficionado, sin ningún interés económico en la Fiesta, mas allá que con su dinero, ganado lejos del toro, pagar la entrada que le de acceso a la plaza.
ResponderEliminar