Copio unas líneas:
-Pero, ¡ojo!, el toro que no se comporta como bravo en la suerte de varas, por mucho que acometa en los restantes, será un toro muy encastado, pero nunca merecedor de ese juicio y calificativo excelso que reservamos sólo para un número muy reducido de reses: “ha sido un toro bravo”.
- El peso no es marcador de trapío. Estamos hartos de que se achaque al aficionado torista una pretendida demanda de kilos sin sentido, para lo que los ganaderos tendrían que cebar y acochinar en exceso los toros. Y estamos, igualmente cansados, de ver reses anovilladas en corridas formales con más de 550 kilos, e incluso con más de 600. Por el contrario, se han lidiado reses, en las plazas más toristas, como Madrid, con los 500 kilos justos y aun con menos, que merecieron el aplauso y la admiración del concurso
Nota: El programa El Albero también se emte los sábados de 11 a 12 de la noche
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