Para completar la ficha de este buen toro hay que añadir que su trapío era de novillo, poco propicio para una plaza de la categoría de El Puerto; que su embestida era almibarada, y que careció del poderío, la codicia y la agresividad que caracterizan al toro bravo. Dicho de otro modo: Avispón era un toro artista, un toro moderno, con los que tanto sueñan las figuras de hoy.
Fue un buen toro, qué cojones, y murió como un toro bravo. Sí es cierto que la corrida estuvo muy mal presentada. Desperdicios
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