Mientras no salga por toriles una buena cantidad de toros que no permita errores ni excesos de confianza a los toreros; mientras veteranos diestros como El Cid sigan medrando porque no la pasan tan mal en la cara de sus enemigos, y mientras sólo una tarde de toros entre dos mil consiga llenar de sentido nuestras cortas vidas, esto se seguirá poniendo cada vez peor y los aficionados añoraremos desde el retiro, como dice Javier Marías: “los viejos tiempos imperfectos pero menos tristes
Gastón Ramírez en la crónica del festejo celebrado el lunes en Sevilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario