Realmente
la cabaña brava tiene un gran problema. Sin toro bravo es imposible
el espectáculo. Estos antitaurinos que viven y manipulan la Fiesta
son los verdaderos causantes del declive de la misma. Hay que
denunciarlos con nombre y apellidos. La situación no puede continuar
por este camino. Se modifican los verdaderos atributos del toro bravo
por una docilidad pastueña totalmente domesticada en pos de cambiar
casta y raza por nobleza borreguil, no confundir con la nobleza de
toro bravo.
Nota: lla foto de Andrew Moore corresponde a la noillada del pasado domingo en Las ventas.
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