los toros de Miura, carecieron de la fortaleza necesaria para convertir su demostrada bravura en los caballos en la movilidad imprescindible para el toreo. En conjunto fue, sin duda, la corrida más brava de la feria ante los picadores. Todos los toros acudieron con presteza al encuentro con el peto, empujaron en mayor o menor medida
Antonio Lorca
Lo puso al caballo y se arrancó con alegría. Al entrar al caballo se repuchó un instante, como extrañado de sentir el hierro en la espalda, pero inmediatamente tomó bríos y arremetió vigorosamente contra el peto del penco en el que iba montado Juan José Esquivel, empujó con fijeza, sin mover la cabeza y recibió un duro castigo en el rato que estuvo ahí peleando. Hubo que sacarle, no sin dificultad, y cuando Rafaelillo lo puso de nuevo se arrancó por segunda vez con brío y alegría;José Ramón Márquez
Muy entregado el primero de todos, de particular fijeza. Hubo quien protestó por la dureza del primer puyazo –estupendo picador Esquivel- pero se enceló el toro al ser herido. Y un miura encelado en un peto con el caballo atrapado contra las tablas no atiende a razón.
Barquerito
Nota: Como indica José Ramón, "la corrida se movió por unos derroteros muy poco miureños, dejándose torear y blandeando lo que le dio la gana ", aunque vimos buenos puyazos de Juan José Esquivel, Chicharito y Alberto Sandoval.
Fotos: Eduardo López para Cultoro
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