Me asquea verles en su púlpito del buenísmo y su pretendida superioridad moral, dictando e imponiendo su código de usos y buenas costumbres del ciudadano del sXXI.
Me asquea ese paupérrimo y acomplejado nacionalismo Catalán que necesita negar lo que cree ajeno para poder afirmarse.
Me asquea ese rancio y casposo patriotismo español cargado de odio a lo Catalán. Ayer , por ejemplo, llegué a leer que "Cataluña sin toros apenas es nada".
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