domingo, mayo 29, 2016

Una semana de toros en Las Ventas (Jean Palette Cazajus)

UN DESTELLO, MUCHO ABURRIMIENTO Y EL LÓGICO DESVARÍO:
Mi primera semana de feria transcurrió entre el aburrimiento, el sopor y la exasperación. Lo habitual, en suma. Con una luminosa excepción, la faena del resucitado David Mora al excelente “Malagueño”.
Javier “el bombero”, el controvertido vocero del sector numantino de la andanada del 9 me asegura que el citado “Malagueño” se toreaba solo. Estoy acostumbrado a su insobornable exigencia de “pata adelante” a los coletudos. Pero hubo en la faena de Mora, con calidad de principio a fin, un ritmo, una cadencia y una pulcritud que fueron indudable aportación del diestro.
Por lo demás la cutrez cotidiana, ganadera y toreril alcanzó niveles cenitales, el 25, con el baile de corrales alrededor de los Jandilla y la posterior “epifanía” de los infumables “Vellosino”. El amigo J.R. Márquez, es el Robespierre de la crítica taurina. Sus socarronas, pormenorizadas e implacables reseñas en el blog “Salmonetes ya no nos quedan” suelen ser bastante más necesarias, muchos días, que la propia corrida. Pero además parece que goza de cierto "sonar" de acceso a las turbias interioridades del “mundillo”. Y lo que me cuenta de ese fangoso trasfondo pone los pelos de punta.
Yo no tengo acceso a nada, ni siquiera, tal vez, a la calidad de aficionado decente. El ínclito Jorge Laverón siempre consideró que yo sabía menos de toros “que una monja belga” y es de temer que le asista buena parte de razón. El caso es que desde mi incompetencia presencié abochornado el destoreo cutre del Juli y el patético sonambulismo de Perera. Y así nos fue todos estos días.
Mi estado depresivo me lleva a exhibir hoy, aunque muy someramente, algunos de mis más patéticos desvaríos: El primero no hace más que ejemplificar la lúcida advertencia que el Duque de Veragua le hiciera a Francisco Cúchares, epónimo de nuestra descalabrada afición, un día que este le contaba sus ínfulas ganaderas: “Desengáñate, Curro, que nunca los buenos tocaores han hecho las buenas guitarras”. Sueño con unas disposiciones legales que prohibiesen el ejercicio de las labores ganaderas a los toreros retirados. Sueño con una situación en que los ganaderos amantes del Toro pudiesen criarlo sin la presión disolvente de las “figuras”.
Para ello sería imprescindible acudir a un riguroso sorteo de las corridas. Estoy seguro que existen protocolos y procedimientos administrativos que permitiesen arbitrar tal posibilidad ¡Esto quiere decir que le podría tocar Miura a Morante y Nuñez del Cuvillo al Fandi! ¿Aberrante, grotesco? No voy a seguir aburriendo ni contar por qué creo que terminaría siendo la única y frágil posibilidad de revitalizar la Fiesta.
El desvarío no está tanto en mis alocadas propuestas como en la total inexistencia de una opinión pública taurina recia e influyente. A los toros van algunos aficionados y mucho público que se aburre aplaudiendo y aplaude aburriéndose. Un público al que no le afecta una tauromaquia diluida porque su amor a los toros es así mismo diluido al punto de que una brutal prohibición o desaparición de la Fiesta también se diluiría, sin el menor trauma, en la cuenta de pérdidas y ganancias de su memoria.
1. Mora sale a hombros, me comentan, no de los tradicionales "capitalistas" sino de amigos y seguidores que le han rodeado tras la tragedia y durante el largo camino de regreso a los ruedos. La "cruel" tauromaquia tiene esas cosas.
2. "Au dessus de la mêlée" desde la andanada del 9.
3. Fandiño mariposea en un decente quite por gaoneras.
4. "Reloj no marques las horas, porque voy a enloquecer...."

Jean Palette Cazajus

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