miércoles, mayo 19, 2010

Simulacros


El rejoneador Moura ha abierto la tarde de toros en las Ventas, un chaval muy joven que monta extraordinariamente a caballo y que luce una impresionante cuadra equina. Ha dejado un simulacro de toro como un acerico y casi nadie le ha hecho caso porque el público de los caballos es otro y Moura ha venido por la exigencia de Manzanares de no salir en primer lugar, finalmente Manzanares se cae del cartel pero queda su exigencia estentórea y sin sentido. ¿Hasta cuándo seguirá la empresa doblegándose a las exigencias de las figuras? ¿Es figura Manzanares? Ahí quedan las incógnitas.
Le ha sustituido Curro Díaz que ha estado descentrado y sin recursos ante su primero, un simulacro de toro facilón y domesticado de la ganadería de Núñez del Cuvillo como el resto de toros de lidia ordinaria, que no ha sabido manejar en absoluto. Tampoco a su segundo que era feo y de malas hechuras y algo más complicado.
Miguel Ángel Perera ha cortado una oreja a su primer enemigo a pesar de haberle toreado siempre fuera de cacho y metiendo pico, ha estado muy por debajo de su oponente que en un descuido le ha volteado y eso ha debido enternecer el corazón de un público deseoso de ver triunfos. Con su segundo, un inválido total, se ha puesto pesado con la muleta sólo para que llegáramos tarde a la final de la copa del rey.
Alejandro Talavante ha dado los mejores pases de la tarde a su primero tanto en la serie de recibo como al natural aunque le falta dominio y mando, no llega a torear de verdad, no somete al toro, se queda en lo superfluo, al que ha cerrado plaza le ha recetado varias series de mantazos, y era sin embargo el simulacro de toro perfecto para el lucimiento y el triunfo.
El simulacro de la acorazada de picar que con tanta saña castigaron a los novillos el lunes pasado, ha sido tan evidente que más de un toro apenas recibió el impacto de un alfiler. A pesar de lo cual los toros de Núñez del Cuvillo huían como ratas a terrenos despejados.
Estos diestros de hoy que eligen ganadería, sitio y pecunio destorean en lugar de torear, son ventajistas en extremo, no dan la distancia adecuada al toro, no rematan el pase atrás con el giro de muñeca tan necesario y practican el medio pase y el encimismo que agobia al toro y acorta su viaje evitando así las acometidas codiciosas. Tratan de esta forma de disimular sus carencias y falta de recursos ante un ganado fácil pero que exige dominio y mando. Se torea de alante atrás, de arriba abajo y de fuera adentro, y lo demás se queda en un mal simulacro para engañar al respetable.
Jandro
miércoles, 19 de mayo de 2010

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