lunes, noviembre 07, 2005

Apología del indulto en serie

El viernes 4 de noviembre del año en curso, se celebró en las bodegas Sani de Almendralejo, organizado por la Peña Luis Reina, la segunda charla-coloquio del “V Ciclo Cultural Taurino Curro Echevarría”, el tema anunciado “El indulto de un toro”, moderaba Don Eugenio García, presidente de la Peña organizadora, participaban Don Borja Domecq, en representación de “Bucanero”, toro indultado en la plaza de toros de Abarán, provincia de Murcia, el 27 de septiembre del presente año, Don Ricardo Gallardo, como representante de “Esplendido”, toro indultado en el coso taurino de Murcia doce días antes, y cerraba el cartel el torero que lidió y no mató ambos toros, Don Miguel Angel Perera, de Puebla de Prior.

Expectación en el ambiente, lleno hasta la bandera, público fácil y distendido, familiares, amigos, mucho profesional del gremio y aparentemente pocos aficionados y silenciosos.

El acto se desarrollo en tres tercios y un epílogo, hechas las presentaciones a modo de lances de recibo, los tres actuantes se repartieron loas sin pudor, el tema en cuestión sólo estuvo presente como telón de fondo de la charla, por destacar algo, la esperpéntica relación que encuentran los ganaderos entre indultos y antitaurinos, el desliz del ganadero de Fuenteymbro, reconociendo, que antes de la corrida había hablado con el torero, sobre la posibilidad de indulto de ese toro, y la elegancia y señorío del elegante torero extremeño reconociendo que los indultos eran también, y subrayo también, una forma de publicitarse el matador.

El siguiente tercio fue el video de lo cometido en Murcia y lo perpetrado en Abarán. El de Fuenteymbro sólo fue una vez al caballo, sin emplearse y sin fijeza, buen toro para el toreo de muleta, se arrancaba, una y otra vez, de lejos con fijeza y nobleza hacia la tela manejada por las manos templadas y profundas de Perera. El toro de Jandilla, muy terciado de presentación, no sabemos ni si vió el caballo, porque no mereció la consideración del montador de las imágenes, torito bobalicón y flojo, flojisimo, perdió las manos en dos ocasiones, una vez en un pase de pecho, toreo fácil para una plaza de pueblo, molinete de rodillas incluido, pero me temo que en el pueblo no quisiesen ser menos que en la capital y con la aquiescencia de la autoridad perpetraron el delito flagrante según el moribundo reglamento vigente.

Sonaron los clarines, y se abrió la charla a los presentes, y hasta el momento oyentes, que empezaron con unas justas y merecidas alabanzas para el mas joven de la mesa, continuadas con mas de lo mismo, y rotas por quien esto escribe, que cambió el guión, requirió a Don Borja Domecq, que si le parecía serio (habría que completar que el ganadero en su alocución había adjetivado los indultos con dicha palabra) que se indultaran toros con un solo puyazo, le pareció mas importante la reata y su comportamiento en el campo, y le planteé si no era una ofensa para un ganadero que tuvieran que verle en la plaza, lo que el no habia visto en el campo, que un toro vale para padrear, y mal entendi por su ininteligible hablar de tono bajo y pausado, que sería una ofensa para el público sino lidiara todo lo que le valdría para padrear. A Don Ricardo Gallardo le requeri que si los toros indultados y que ligaban todos estaban padreando (comentar que el ganadero dio en su charla inicial que de los 16 toros indultados en sus siete años de ganadero, 15 habían ligado y solo uno no). Su primera respuesta fue que no porque los toros se mueren, pero debió darse cuenta que solo lleva siete años y no se los indultaron todos en el primer año, para justificar que tres los habían matado otros toros, desconozco si los puso a padrear o a buscar novio, que si dos no llegaban al acto, entiendo que se refiere al “acto”, por las heridas, a mi parecer excusas de niño pillado copiando, porque acto seguido se puso bravo y se salió por los cerros de úbeda, demostrando que no me conoce, diciendo que el entendía que hubiera aficionados como yo que prefirieran ver al toro tres veces al caballo aunque eso supusiera que se cayera en la muleta, no tuve oportunidad de responderle, pero Pedro, alias pgmacías, en su turno puso los puntos sobre las ies, sobre lo que es una lidia completa para un toro que merezca el indulto, como quien oye llover cambiaron de terrenos y continuaron por otro lado.

En resumen, y aunque no descubro nada, me temo que en años venideros, y continuando en la senda de la profanación constante, nos acosaran con indultos baratos y masivos, y si todo pueblo quisó ver al Juli y lo vió, ahora cada talanquera mas o menos portátil querrá su indulto y lo tendrá.

Pie de foto: Perera y Espléndido. www.murciatoros.com

2 comentarios:

  1. Muy interesante lo que comentas.
    Llevas razón en general, aunque es evidente que alguien como Ricardo Gallego sólo ha hecho bien a la Fiesta, es alguien a quien los aficionados deberíamos estar muy agradecidos. Esto no entra en contradicción con lo que dices, pero él no es culpable de que indulten un toro con un puyazo, en todo caso será del presidente o de los aficionados, mejor dicho, público, que lo solicita.
    La figura del indulto creo que está siendo pésimamente utilizada. Como dices, no es de recibo que se indulte en una plaza de talanqueras y tampoco tiene ningún sentido que en Madrid no se haya indultado un sólo toro en los últimos 20 años. Si no me equivoco, el último fue "Velador" de Victorino en los 80. Unos se pasan por exceso y otros por defecto. Pero claro, en Madrid somos demasiado importantes como para indultar un toro, ¡qué ordinariez!.

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  2. La pregunta clave es ¿cuantos de los toros indultados este año están padreando?.
    Tal y como duce Curro, y tal y como se está ejecutando la suerte de varas, el "toro" no tiene la culpa de que no se le ponga en el caballo tres veces.
    Es una pena que se esté utilizando mal la figura del indulto, dado que tal y como está la cabaña de bravo, no está la cosa como para mandar al desolladero toros que por casta, bravura y reata merezcan estar padreando.

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