Habla Jesús Maza Martín, mayoral de Clairac

HABLA JESÚS MAZA MARTÍN, MAYORAL DE CLAIRAC

Febrero de 2012. Cuatro kilómetros pasados Aldehuela con destino a Garcirrey, la alquería de La Moral de Castro emerge entre los prados helados. Jesús Maza Martín, actual mayoral de la ganadería, es uno de los mejores profesionales del Campo Charro. En estos cercados donde hace veinte años todavía partían un centenar de toros hacia la mayoría de las ferias, las camadas han disminuido: apenas una quincena de utreros, lo suficiente para garantizar un par de novilladas.

“Ahora mismo los toros “se dejan”, como ha pasado en muchos sitios […] Yo también lo comprendo… las figuras es normal que vayan a lo que no molesta… Porque, le voy a decir una cosa: el toro manso nunca descubre al torero… pero yo no debería meterme… ¡Son cosas que no se pueden decir porque te juegas a que el año que viene no lidies ninguna! Los ganaderos nunca han tenido fuerza para unirse, influir y defender una postura. Cada uno hace lo que le parece… Ahora mismo, cuando un camión va a embarcar a tal sitio, si corre el rumor de que la corrida no le gusta al torero, hay otros tres ganaderos esperando: “A ver si a lo mejor me llaman”. ¿Qué ha pasado con los apartados o reconocimientos en las plazas de toros? Si los ganaderos se hubieran puesto en su sitio al ver que echaban para atrás la corrida en tal sitio, no la reemplazaría nadie… ¡Si los veterinarios saben que tienen camiones cargados con otros toros esperando! Por eso, esto del toro es muy complicado.

Pero volvemos a las mismas: yo me caliento un poco y no debo hablar… Tal vez sea porque yo también me he criado en esta casa y me gusta el toro de raza, pero hay momentos que comprendo… si yo fuese torero, no los iba a lidiar… Ahora no merece la pena criar toros bravos porque a los chavales de las escuelas no les dejan ponerse delante… Si a un chaval que está empezando no le dejan… sea de Clairac, sea de Paloma Sánchez-Rico o quien sea… pero si no tiene un poco de raza, no se le puede enseñar… Ahora sólo les enseñan a ponerse bonitos con novillos de las mismas hechuras. ¿Cómo hacen cuando les sale el toro en Madrid? Los manda para casa. Si no luchan cuando empiezan, ¿cómo lo van a hacer cuando ya son más conocidos? A la gente del campo, de pequeños nos caíamos del caballo y si no lo volvías a montar nos pegaban otra hostia… No debo de hablar… Recuerdo cuando lidiábamos lo bravo… tenía todo más emoción”.

Vía: opus 14 de Tierras taurinas dedicado al encaste Gamero Cívico