Se observa en la pintura de Jacobo Gavira una llamada de atención para que vuelva la suerte de varas a su esplendor que perdió a partir del uso del peto , una derrota para el toro; cuando sobrevino la buscada suavidad en el toro de lidia, para lucimiento de toreadores estilistas, cuando en el festejo empezó a sobrar el caballo. ¿Por qué , para qué, si no había toro, si no había acometividad, ni poder, si el toreo se convertía en juego estético con un animal seleccionado para ser conducido en sus repetitivas tentativas de encontrarse con un trapo manejado sin exigencias de dominio, porque este no es necesario, ni tampoco ahormarlo en lances que exijan que se cargue la suerte? Por el contrario, sabemos que la tauromaquia se fundamenta en la existencia del toro de poder ; y el heroísmo del torero, en la verosimilitud del peligro.
José Campos Cañizares en el catálogo " Esencias de la tauromaquia de Jacobo Gavira"
Pintura: Jacobo Gavira
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