jueves, mayo 09, 2013

Por fin San Isidro... la Feria



No cabe duda de que los tres toreros que han hecho el paseíllo esta tarde en la plaza de las Ventas para iniciar la Feria de San Isidro son de los que no escogen toros ni ganadería, porque saltaba a la vista que los toros estaban seleccionados por algún tratante de ganado que ha escogido lo más barato de la ganadería de José Luis Pereda, toros desiguales, feos a rabiar, descastados, mansos y sin ninguna clase que en su conjunto componían un saldo de los que aparecen a final de temporada con las limpiezas de corrales.
Con este toro huidizo y aplomado resulta imposible el lucimiento. Es por tanto deducible que sólo quienes no desean el triunfo de estos modestos toreros puede echarlos a la arena para asegurar el fracaso.

Dicho lo cual hubiera sido de agradecer a Diego Urdiales, Leandro y Morenito de Aranda que hubieran planteado las faenas con  otra disposición, una vez visto el percal de sus oponentes cabían otras posibilidades además de echarse la muleta a la mano izquierda y aguantar las idas y venidas del semoviente destartalado sin asomo de interés como ha hecho Morenito con el que cerraba plaza y que anunciaban como ensabanao cuando era un burraco con más cuajo que el resto pero con los mismos defectos. En este toro Luis Carlos Aranda ha puesto un elegante par de banderillas que nos han arrancado las únicas palmas de la tarde.

Comentaremos como curiosidad que estos lamentables toros, mansos y desclasados tenían el instinto de acudir como flechas a topar con los caballos de los picadores, perseverar en el ataque y que incluso han descabalgado a alguno de ellos, luego se venían abajo para el resto de la corrida. Debían pretender engañar al personal pareciendo bravos. Hay que ver las cosas que logra la genética.

Jandro
nueve de mayo de 2013

Foto: JMSV

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