lunes, septiembre 05, 2011

Sobre el trapío (Joaquín Vidal)


"TORITOS DE CASTA BRAVA
Plaza de Valencia. 22 de marzo de 1992. Sánchez-Arjona hermanos / Manolo Sanchez, Paco Senda, Angel de la Rosa
Saltaban a la arena los novillos de Sanchez-Arjona y algunos eran diminutos, mientras otros no levantaban cuatro palmas del suelo, vamos, al decir. Pero sacaron casta brava y, además tenían trapío. ¡Hola! ¿Toros diminutos y cuatro-palmos con trapío? ¿De qué forma debe entenderse semejante contradiccion?
Los taurinos dicen no entender... Los taurinos,les hablas del trapío de los toros, y responden que ,ése es el cuento del viejo mayoral. Los taurinos, del trapío de los toros, lo único que saben es que no existe. Los aficionados, sin embargo, poseen un criterio claro acerca de la controvertida cuestion. Es el caso de la Maestranza y de Las Ventas, cuyas respectivas aficiones, en la asignatura del trapío, son catedráticas.
El trapío es aquello que se ve y no se puede explicar. El trapío es como una aurora boreal en los Mares del Sur. Los aficionados, por ejemplo, cada vez que van a los Mares deI Sur, a lo mejor no pueden describir lo que están viendo, pero lo reconocen de inmediato, y entonces señalan con el dedo el horizonte, afirmando: «¡Eso es una aurora boreal, señores!».
Con el trapío ocurre otro tanto. El año pasado, por San Isidro, sacaron unos toros que pesaban arriba de los 600 kilos, y la gente esperaba expectante su aparición. Una vez en el redondel, sin embargo, se sentía decepcionada. Y ya se levantaban los aficionados señalando con el dedo el producto cárnico, para denunciar solemnemente: «¡Eso no tiene trapío, señores!».
La única definicion correcta de trapío se la reveló cierto aficionado veterano a sus amigos íntimos, un atardecer que se reunieron a conspirar taurinadas en el rincón penumbroso de un colmao madrileño. Lo que habló se refería a don Mariano Cañetillo, alto funcionario de la Administración del Estado, que era enanito. «¿ Vosotros habéis visto?», decía el aficionado, «cuando don Mariano juega al póquer, y abre las cartas en la mano y, de repente, mira al jugador de enfrente por encima del abanico de naipes? Pues eso es el trapío!».
Joaquín Vidal.
Foto: juan pelegrín

1 comentario:

  1. Interesante y muy curioso vez el trapío mirando por encima de los "naipes", a mí me ocurrió algo similar viendo una corrida de feria este año en Córdoba, seis toros del mismo ganadero dos de ellos con los mismos kilos 535, el 1º o de ellos parecía un novillo o "anovillado" el 2º apareció "en Gallao" con la cabeza alta el morrillo crecido y pidiendo guerra, este resulto ser el más bravo de verdad y el toro de la feria.

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