viernes, abril 21, 2006

Locos por la música


Lo que son las cosas, Real Maestranza, seis y media de la tarde, con un calor de “pa’ que”, sale por la puerta de chiqueros el primer victorino, justísimo de presentación, y el animal apenas se tenía en pie, se protesta levemente entre los “shhhhhhhh” que creo eran con la intención de callar al respetable que se manifestaba, mas de dos horas después, fresquitos, que ya se había puesto el sol, sale el sexto victorino, arrastra la pata trasera izquierda y se monta la marimorena, el presidente, con prisas, saca el pañuelo verde, el toro se había pegado dos carreras, se pega otras tres detrás de los mansos, y su pata, antes maltrecha, despierta y lista para las olimpiadas, ya no tiene solución, a cambio un toro de José Luis Pereda, me acuerdo de Javi y sus teorías, pues nada, yo que quería ver a El Cid con un toro, me lo encuentro con un toro artista, que debe ser como un ingeniero técnico y un ingeniero, el primero además de ingeniero es técnico, en cambio el segundo es sólo ingeniero, y que me perdonen Faemino y Cansado por copiarles el chiste.

Entre medias una bronca al maestro Tristán , una ovación a un puyazo trasero, otra ovación a un picotazo, y otros cuatro victorinos, de parca presentación cuatro, escarbaron cuatro, arrearon cuatro, y dos fueron aplaudidos en el arrastre y otros dos pitados, yo no he encontrado, todavía, el por qué de tan diferente premio.

Los de luces, Pepin Liria de Vino de Jumilla y Oro, en versión gladiadora paseó un despojo tras una voltereta, Luis Miguel Encabo, de Arenero de Sevilla y Oro, que alegría da no verle de plata, actuación aseada que se dice y El Cid de Amapola y Oro, sacó a los medios el victorino para presentarle retrasada la franela con su mano izquierda y se puso perfilero con la diestra. Con el toro artista, sacó el mando a distancia, intentó salir bien estiradito en alguna foto, alguna superficialidad y a pasear un despojo.

Me hice doscientos cuarenta kilómetros de regreso a casa, y hoy voy otra vez, a ver a Perera con los artistas de Zalduendo, en total novecientos sesenta kilómetros en dos dias, la verdad que tampoco son tantos, pero como el gasoil siga subiendo voy a tener que meterme a torero, artista por supuesto, lo malo es que a mi me gusta mas la perspectiva desde la grada, la grada del seis indudablemente.

Pie de foto: Paseíllo ensuciado por los fotógrafos, ¿que función tienen los dos que están a caballo?

2 comentarios:

  1. Es una pena lo de El Cid,parece que se está acomodando, no obstantenos queda la esperanza de "el que tuvo retuvo".
    Lo de los alguacilillos es pura despreocupación de lo que sería su funcion en el albero.

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  2. Pedro, ¿qué nos cuentas de la tarde de los Palha y Cebada?
    un abrazo

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