martes, noviembre 06, 2007

La ametralladora Barojiana (el papa negro)

Pío Baroja
Ideas absurdas de destrucción le pasaban por la cabeza. Los domingos , sobre todo cuando cruzaba entre la gente a la vuelta de los toros, pensaba en el placer que sería para él poner en cada bocacalle una media docena de ametralladoras y no dejar uno de los que volvían de la estúpida y sangrienta fiesta.
Toda aquella sucia morralla de chulos eran los que vociferaban en los cafés antes de la guerra, los que soltaron baladronadas y bravatas para luego quedarse en sus casas tan tranquilos.
La moral del espectador de corrida de toros se había revelado en ellos; la moral del cobarde que exige valor en otro, en el soldado en el campo de batalla, en el histrión, o en el torero en el circo.
Aquella turba de bestias crueles y sanguinarias, estúpidas y petulantes, le hubiera impuesto Hurtado el respeto al dolor ajeno por la fuerza.
["El árbol de la ciencia"]
(Días pasados puse un texto de Unamuno. Ni D. Miguel ni D. Pío eran aficionados a los toros como bien se ve leyéndolos. Siempre he aprendido de ellos y de sus discutibles opiniones. Si les cuesta digerir la dura prosa barojiana, admiren la hermosa foto de un hombre desde la última vuelta del camino.)

7 comentarios:

  1. El antitaurino de corte "ilustrado-humanista", como estos literatos, se ha extinguido del mapa. Desde hace un tiempo ha sido sustituido por el "totalitario-antihumanista", al que la suerte del pueblo, la cultura o la humanidad se la pela. Es más, en el fondo sólo ansían su desaparición, ya que su utopía la reconocen impracticable.

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  2. Viejo cascarrabias

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  3. Tengo tal idea de Baroja, que en la foto que ilustra el texto me lo imagino cagandose en todo por dentro...él solo contra la estupidez que le rodea (tan schopenhaueriano él con su pesimismo).
    A lo mejor por eso mismo no me sorprenden sus duras palabras (usted mismo vio el horror y los barbaros en el público de la cabra, ¿por qué no a la puerta de una plaza?).
    Lo que sí me llega son sus dardos sobre la moral del espectador de corridas de toros (tan nietzschiano él con su hombre de acción):

    "la moral del cobarde que exige valor en otro".

    Dardo a los testiculos que me hace devanarme los sesos.

    Un saludo y gracias por el texto. No paro de pensar a su lado.

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  4. 1.Ademas de todo eso y quizas por encima de eso, Baroja me parece un tímido sentimental , a veces atrabiliario e impredecible.
    Esa faceta y su insobornable individualismo hacen que sea uno de mis escritores favoritos .
    ¿Se imagina a un Baroja "politicamente correcto" y haciendo gracietas a los editores?.

    2. En la puerta y DENTRO de la plaza. Dese una vuelta por los alrededores estratégicos de la Maestranza "en farolillos" y tendrá necesidad de un carajillo cargado para contener la sensacion nauseosa.

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  5. No me lo imagino, ni me lo quiero imaginar. Que bien lo ha definido usted con 6 palabras: timido, sentimental, atrabiliario, impredecible, insobornable e individualista...
    Magnifico escritor, hasta cuando la caga parece que tiene razón. Describe a veces tan acertadamente lo superficial que parece que habla de lo esencial... Como comentó Luis Rosales al analizar sus textos anti-flamencos de "Las inquietudes de Shanti Andia": sus opiniones a veces estan tocadas de modernismo y cierto reumatismo estético.

    En cuanto a lo de "a la puerta de la plaza", lo decía porque a Baroja no me lo imagino dentro. De hecho yo también me he sentido como éste dentro de ella... y mira que me gustan los toros.

    Pd: prefiero mil veces a Baroja que a Rosales. Pero nadie es perfecto.

    Un saludo.

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  6. "La tauromaquia es de todas las Bellas Artes la más ortodoxa, pues es la que más prepara el alma para la contemplación de las grandes verdades”
    Miguel de Unamuno

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  7. ! Joder, no compare !.

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