No había empezado Lorenzo su jornada laboral, cuando Pedro, Angel y quien esto escribe cruzabamos el Guadiana, para enfilar, entre la anunciada lluvia, la vía de la plata dirección sur, cafelino de rigor en Monesterio, para en Santa Olalla abandonar la histórica ruta, y adentrarnos en la sierra onubense, copada por la niebla, camino de Trigueros.
Con precisión suiza, coincidíamos aparcando, en la puerta del Mesón La Brasa de Trigueros, con Gilberto, webmaster de celestinocuadri.com y con Javier Arroyo, fotógrafo castellonense, autor del libro de fotografía “La sombra del Toro”, una colección de espléndidas fotografías creadas durante un año en la ganadería de los Herederos de don Celestino Cuadri.
Negociamos con Júpiter una tregua, y aunque fuera pasando un poco mas de frío, el agua no volvió a hacer acto de presencia, nos metimos los cinco en un solo coche y cogimos rumbo a Comeuñas, en el cortijo Juan Vides nos esperaba Antonio Cuadri, hijo de Luis, que nos acompañaría toda la jornada demostrando que juventud y conocimientos del toro es mas que posible, seguimos ruta hacía la casa de Comeuñas, donde esperamos a José Escobar, mayoral de la ganadería, que con su inseparable puro no nos hizo esperar.
Nos subimos al remolque dirigido por Jacinto, y nos dispusimos a conocer a la camada 2005, cuarenta toros cuarenta, primero ocho señalados para San Martín de Valdeiglesias, el mayoral se adentraba a caballo para acercarnos los toros hasta donde nos encontrabamos, tras una cerca de piedra, no se vayan a creer, ocho para Valverde del Camino, destacar la presencia de unos toros que con todos los respetos van a ser lidiados en pueblos, y que ya los quisieran en muchas capitales, se incorporo al grupo el ganadero don Fernando Cuadri, que llegó a caballo, ocho para Zaragoza, el problema de la lengua azul impidió que fueran lidiados el año pasado, y lo harán como cinqueños esta temporada, contemplamos al fondo, la presencia solitaria y melancólica de Revisor, toro indultado en 2002, que en la soledad de sus pensamientos parecía acordarse de Tunante. Este año se probaran sus primeros resultados.
Llegó el plato fuerte los ocho de Sevilla de espléndida estampa y los ocho de Madrid, de imponente presencia, Antonio con valentía apostó con seguridad al tres, Choquero, que nos miraba con arrogancia, como quien se siente observado y le gusta. Pedro me señalo el once que se lucía orgulloso de su estirpe.
Habían pasado dos horas pero a mi se me habían pasado como cinco minutos, aunque en ocasiones me quedara embobado mirando los toros, tiré fotos por doquier, intentando aprender lo que pude de Javi, que me tiene que explicar como mantener el equilibrio en el remolque y tirar fotos a la vez, por el magnífico trato que los anfitriones nos dispensaron, la sensación era la de quien está en su propia casa, y vuelvo a darle las gracias, que serán siempre pocas, por su magnífica acogida.
Radiantes de entusiasmo, atropellándonos en la conversación nos dirigimos al Restaurante El Bosque de Trigueros, santuario de la buena gastronomía y la cartelería taurina, sentados en el rincón de Cuadri, brindamos por los presentes y los ausentes, y disfrutamos de los espléndidos manjares que mar y tierra conceden a Huelva, me quedo corto si digo que las gambas y las coquinas estaban superiores. pero y la presa de ibérico, eso, buah, era sobrenatural, del mas allá. Se unió a la tertulia Miguel, propietario de El Bosque y cabal aficionado, nos contó Fernando que empieza la temporada en la novillada concurso de Aracena el 26 de febrero, y Antonio nos habló de la próxima película que su tío y tocayo, Antonio Cuadri, dirigirá y filmará en tierras onubenses de RioTinto, “El corazón de la Tierra”.
Un intenso y emocionante día, el que la familia Cuadri nos regaló, y como muy bien dice Pedro “así se hace afición”
