A raíz de este texto publicado de José María de Cossio, nos llega este comentario:
"El
aficionado actual va a la plaza a ver un espectáculo exclusivamente
plástico...y un toro duro o peligroso le contraría como un mal
decorado"
Según
lo leía me extrañó esa opinión de Cossío que parece decir que al
aficionado le interesa una fiesta puramente plástica o sea lo que se
ha venido llamando "el arte" sin toro. Pero resulta que
leyendo el artículo entero continúa: "Lo triste del caso es
que el público que no se resigna a esa organización amañada...
queda castigado como niño desobediente a no ver torear a las figuras
toreras del momento.Tal el público de Madrid ..."
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