La
Fiesta será fuerte si es respetable, si es justa en el reparto de
las riquezas que produce y si es conforme a su impecable ética que,
en teoría, puede servir de ejemplo para nuestra sociedad.
Los tiempos cambian, y si queremos que la Fiesta siga siendo un ejemplo para todos, debemos reencontrar sus valores esenciales y actuar como le pedimos al torero que lo haga en la plaza : con honradez y pundonor, anteponiendo el valor de su obra al interés personal.
Ya sé que esta forma de actuar no corresponde a lo que vemos cada día en una sociedad enferma por su afán de lucro y por la productividad que lo justifica todo.
Pero la Fiesta es grandeza.
Es más : sin grandeza no hay Fiesta.
Los tiempos cambian, y si queremos que la Fiesta siga siendo un ejemplo para todos, debemos reencontrar sus valores esenciales y actuar como le pedimos al torero que lo haga en la plaza : con honradez y pundonor, anteponiendo el valor de su obra al interés personal.
Ya sé que esta forma de actuar no corresponde a lo que vemos cada día en una sociedad enferma por su afán de lucro y por la productividad que lo justifica todo.
Pero la Fiesta es grandeza.
Es más : sin grandeza no hay Fiesta.
André Viard - Pregón del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo del 2009-
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