lunes, febrero 20, 2012

Lo que confesaban los toreros


"Joselito,que vestía un pijma flamante, colocó en la mesilla el recado de escribir, sentóse y dijo, sonriendo con amabilidad:
- A su disposición. Pregunte usté lo que quiera, que yo le contestaré con muchísimo gusto.
- ¿A todo?
_¿Por qué no? A usté, a todo. Pregunte y lo verá.
-Pues vamos verlo. ¿Le gusta a usted torear ganado chico? ¿Le exige usted toros chicos a las empresas?...Mucha gente lo cree. Dicen que como usted es el "Guerrita" de ahora,hace lo que "Guerrita" hacía. ¿Es verdad?
- ¡Qué ha de ser verdad! Esas son cosas de los enemigos que tiene uno en la afisión. No es que yo baile de alegría si me suertan un elefante ni que yo pida elefantes... ¿Pa qué voy a desir uan tontería? ¡Pero pedir ratones!...Si es "contraprodusente", señor.
(...)Entre el chico y el grande me quedo con el grande(...) Mire usté: los toros más grandes que he matao este año, menos uno, son los que han valío más parmas, y eran de Miura y Pablo Romero.(...) Y en cambio los más chiquitines...¡No me quió acordá! Seis purgas de Sartiyo, que me cabían entre las piernas, sin cuernos, sin carnes, como espátulas..Er público, indirnao, de chufla: "Míralo con telescopio". "¡Qué seis fieras te vas a cargar!". Y yo, cabreadísimo, sudaba sangre y me estaba viendo con una corná de las gordas ensima, porque cada bicharraco de aqueyos, por su podé y sus intensiones, tenía tanto que matá como seis toros.
- ¿Fué la corrida de Salamanca?
- Justo. La de Salamanca. La más difisi que me ha tirao al cuerpo, la más dura, la más peligrosa...Aquéyos ratones que me dieron sesenta palos y que corrían, con dos estocás en el cuerpo, con la mismita agilidá que los bailarines, mientras la gente se reía de mí, no "me se" orvidará."Lo que confiesan los toreros", de J. López Pinillos (Parmeno), con prólogo de Joaquín Vidal.

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