domingo, octubre 05, 2008

Victorinos en otoño


Los de Arnedo vinieron a cortar una oreja para Diego Urdiales y se salieron con la suya, daba igual que no se la mereciera, ellos la pidieron con pañuelos y a voces, como se piden ahora, y el Presidente se apresuró a concederla, daba igual que no hubiera mayoría de petición en los tendidos, los de Arnedo no eran muchos pero hacían mucho ruido y el Presidente Muñoz Infante estaba deseando sacar el pañuelo a su vez, daba igual todo, el caso es que en los anales de la tauromaquia venteña figure una oreja más.
A Diego Urdiales le salió el toro que había estado soñando toda su vida, un Victorino precioso que fue aplaudido de salida por su trapío y en el arrastre por su bravura, se empleó a fondo en el primer puyazo izando la penca del rabo y el varilarguero le propinó un navajazo bajo y con mal estilo que le hizo sangrar y sufrir mucho más de lo necesario y conveniente, saltándose todas las reglas del tercio de varas correcto.
A pesar de ello Platafino llegó a la muleta con fuerza, bravura y nobleza, haciendo el avión para deleite de aficionados y Diego Urdiales no supo embarcar su embestida, lo dejó sin torear, desaprovechó las maravillosas condiciones del toro y le concedieron la oreja a pesar de haber estado muy por debajo de su oponente.
Va siendo hora de que empecemos a valorar seriamente la responsabilidad del público en el espectáculo que tenemos y planteemos desde los foros a nuestro alcance una reflexión seria sobre el valor de los trofeos pedidos y concedidos sin fundamento.
Hubo otros tres Victorinos aplaudidos en el arrastre que podrían haber sido buenísimos para los toreros y en cambio descubrieron sus carencias, el primero y tercero le correspondieron a Antonio Ferrera y el tercero a Luis Bolívar.
Antonio Ferrera que pone las banderillas con acierto y elegancia, aunque dentro de un concepto moderno del tercio no demasiado del gusto de la afición conspicua, cuando llega a la muleta pierde completamente los papeles y es incapaz de dar un solo pase digno, retrasa la muleta, recorta el viaje del toro y se arrima en exceso de forma que de haber tenido los animales aviesas intenciones a esta hora estaría en el hospital. Demuestra un desconocimiento total de la manera de plantear la faena. Con los dos toros que le correspondieron ayer, encastados y nobles, debería haber abierto la Puerta Grande y sin embargo cosechó sendas broncas.
Todavía menos comprendemos a Luis Bolívar que al magnífico ejemplar que hizo tercero le hizo dos series buenas y se vino abajo sucesivamente en las siguientes apagándose paulatinamente hasta la espada, de lamentable ejecución.
Bien por Victorino, que presentó un buen encierro, especialmente considerando que estamos en Otoño y la temporada está vencida y los toros vendidos.

Jandro
Sábado, cuatro de octubre de 2008
Foto: Juan Pelegrín

6 comentarios:

  1. Pues ir y leer lo que escribe P. G Mancha en su blog. De entrada escribe:
    "Otra vez en Las Ventas y ahora frente a Victorinos; otra vez Diego Urdiales en Madrid y de nuevo un triunfo basado en los cánones del toreo auténtico: colocación, temple, mando y ese valor seco y profundo con el que se hizo el amo con su difícil primero y con el que dibujó dos tandas en redondo en el quinto que pusieron a la primera plaza del mundo boca abajo, dos tandas por la derecha en la que se pasó la embestida por la faja y en las que voló la muleta por los adentros para culminar cada lance donde crepita el sentido más bello e íntimo del toreo"

    Una cosa es el paisanaje y otra dejar sobrecogidos a los lectores. Cada vez tengo más claro de donde cojea este periodista.

    Arenero

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  2. El que se apagó fue el publico con Bolivar,que no le pasa el minímo error,los mismos que levantan faenas de cero-quince a otros matadores.Madrid es ahora mas que nunca una plaza de provincias,la mayoría aplaude todo y la minoría no sabe catar el toreo verdadero como el que hizo Bolivar,completo en todos los tercios.

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  3. Yo personalmente no le veo elegancia a Ferrera ni con las banderillas ni sin ellas.

    Oselito.

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  4. Yo vi tres toros muy interesantes, si bien faltos del picante que tenía antaño lo del paleto. Primero bravo, tercero tremendamente noble y quinto encastado.
    El resto, el segundo gazapón con cierto peligro, el cuarto un toro muy aprovechable con el cual el trapacero de Ferrera confirmó lo visto en el excelente primero: malo, malo, malo. Hasta en banderillas, que de seis, cuadró solamente 2 pares en la cara.
    Urdiales, por debajo del toro y oreja pueblerina y Bolivar se fue diluyendo conforme descargaba la suerte tanda tras tanda...eso si, dos medias de antología.

    Buena corrida de Victorino.

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  5. de acuerdo Chacorro
    bruno
    el frances

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  6. Me gustó mucho Bolivar con el capote, dos grandes medias, y su inicio con la muleta. La distancia que dió al toro, su manera de colocarse, unos inmensos muletazos con la izquierda...pero ahí acabó todo. Una pena.

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