jueves, octubre 05, 2006

La promoción de la fiesta


¿ Quieren promover la fiesta ?, pues hagan que vuelva la emoción al ruedo, busquen al Toro íntegro y devuelvan la dignidad a la fiesta.
Ah, y dejénse de comics, teatro infantil, gala del toreo, homenajes a la realeza....y otras zarandajas que leo en sus pliegos.
Foto Campos y Ruedos.

6 comentarios:

  1. En éso no estoy de acuerdo. ¿ De qué sirve que salga un toro-toro si no sabemos transmitir lo que es ?¿ Si no sabemos transmitir los valores de la tauromaquia a la sociedad ?¿ De qué nos sirve si cada vez lo tenemos más dificil en Europa ?.

    ¿ De qué sirve si La Fiesta está secuestrada por la Administración con unos pliegos antitaurinos ?. Señores, no tenemos que convencer que La Tauromaquia no sobrevive con los cuatro aficionados, que necesitamos que el resto de la sociedad sepa apreciar la Tauromaquia.

    Y no le podemos dar la espalda a la sociedad del siglo xxi, y no hay industria ni espectáculo que pueda sobrevivir sin Publicidad, propaganda, sin estar en los colegios y universidades, en los medios de comunicación de masas...ect

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  3. Conforme Raúl. Pero antes de intentar acercar a la gente a las plazas, ¿no deberíamos tener una fiesta digna, con el toro íntegro (en todos los aspectos)?. No tiene sentido llevar a la gente a la plaza para luego echarla, ¿no?.

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  4. Todo estos añadidos culturales, tan necesarios, lo que no pueden es venir pegados con celofan, una tauromaquia de verdad, no necesita el celofan, se le pegan solos, de una forma natural.

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  5. Leyendo la plica de Casas, en lo referente a publicidad, me da a mi que no va a incumplirla 107 veces, sino 107.000

    Como haga todo lo que dice, palma pasta a espuertas.

    De todos modos, en alguna declaración, advierte que si no cumple todo lo que promete no pedirá la prórroga. ¿No vendrá a llevárselo crudo y pirarse depende de cómo le vaya?

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  6. De acuerdo con Javier y Pedro, a los que os agradezco los elegios al artículo de El Chofre.En él, precisamente, se explican algunas claves del repunte de la fiesta en los 80. Pero ese repunte se pudo producir porque, además, en las plazas se daba calidad, había arte y existía emoción. Ésa es la mejor publicidad que se le puede hacer al espéctaculo, que funcione el boca a boca y que la gente esté deseando que haya otra corrida para poder acudir; no como ahora que sale de los toros jurando que no vuelve, que no le van a volver a engañar más. Como bien dice Costi, no se necesitan envoltorios de celofán, basta con que lo que se venda no sea un sucedáneo, un fraude, que se hagan las cosas de verdad. Veríamos entonces como la fiesta se regeneraba por si sola, sin necesidad de paparruchadas y de fantasiosas y adornadas promesas la mayoría de las veces imposibles de cumplir.

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