- El
animalismo, el de temperatura templada, es algo plenamente
respetable, pero no es ecologismo, ni mucho menos ecología.
-Animalismo
y ecologismo son cosas diferentes, causas diferentes con orígenes y
fines diferentes, y a menudo mutuamente excluyentes, por mucho que se
hayan mezclado en un mistificador batiburrillo (...) Tratar
de fundir ecologismo y animalismo por el hecho de que ambos tienen
algo que ver con los animales es una aberración semejante a aunar a
bebedores y abstemios porque todas las bebidas contienen agua. Y
como voy a explicar, esto tiene un efecto devastador sobre el
ecologismo
- al
tratarse de una causa ideológica y subjetiva, la aproximación del
animalismo y su colonización de ciertas organizaciones
ambientalistas dañan la credibilidad de la ecología, la ciencia que
sustenta el ecologismo
-Los
extremistas del animalismo introducen el concepto de especismo o
discriminación de especies, pero los criterios sobre a qué especies
colocar al mismo nivel son, obviamente, de una subjetividad brutal.
¿Cuál es la frontera? ¿La capacidad de experimentar dolor, como
algunos proponen? Los nociceptores, o receptores de dolor de las
neuronas sensoriales, están presentes desde el ser humano hasta los
invertebrados como los insectos, e incluso se han documentado en
elCaenorhabditis
elegans,
un gusano nematodo de un milímetro de longitud. Dado
que es probable que al menos algunos parásitos multicelulares de los
humanos posean estos receptores, desde el animalismo extremo podría
razonablemente llegar a discutirse qué vida vale más: la de la
persona enferma o la de sus parásitos.
-Es
obvia la contradicción entre el uso de cualquier medicamento y la
oposición a la experimentación con animales. Pero hay otros
ejemplos más sutiles: estos movimientos suelen hacer un uso
intensivo de los medios digitales. Y a no ser que carguen sus
móviles, portátiles y tablets exclusivamente
a base de fuerza de voluntad, ningún usuario puede considerarse
inocente del cambio climático, ya que hoy las
tecnologías de la información consumen el 10% de la energía de
todo el mundo, un 50% más que el sector global de la aviación y un
total equivalente al que en 1985 se dedicaba a la iluminación del
planeta. Así
que no basta con viajar en bicicleta: la única opción congruente en
su caso sería renunciar también al uso de la tecnología.
Por
razones como las anteriores, el animalismo extremista resulta
ridículo por la ramplonería y el escaso calado intelectual de sus
planteamientos
Javier
Yanes - Aquí
el artículo completo -
Foto
superior: Rachel Carson,
Foto
inferior: Activistas del Frente de Liberación Animal con dos
cabras rescatadas de un laboratorio en Reino Unido
Están como cabras. Esa foto es la muestra.
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