La falta de casta y fuerza fue el denominador común. Eso si, tuvo su carretón de Garcigrande para "expresarse" y , en una faena irregular dejarnos algunos pases de bella factura.
Las lidias fueron desastrosas, la suerte de varas fue despreciada, y con la espada un petardo.
Hoy la prensa se agarra , sin rubor , a esos pases bonitos para tapar el desastre vivido ayer en la Malagueta durante mas de tres horas.
Así están las cosas.
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