“Que
el timón de esta familia sea siempre La Paz y La Unidad”
“Que ella nos guie siempre a buen puerto”
“Que de siempre bravura y nobleza a esos toros que
bendecirá al salir y bendiga también a los que con su esfuerzo
hacen posible todo esto”.
Esta bonita plegaria dedicada a Nuestra
Señora de la Esperanza Macarena, la cual se encuentra en un azulejo
a la entrada de la plaza de tientas de la finca “La Valdivia”, en
donde la familia De La Puerta García-Corona tiene su ganadería, la
de Don Julio A. De La Puerta y Castro, puede resumir y hacernos
comprender muchísimas cosas de las que les voy a contar en este
reportaje, que dicho sea de paso y por anticipado quiero agradecer el
trato que me dispensa, cada vez que piso “La Valdivia”.
Para realizar este
reportaje fui atendido por dos de los diez hermanos, que conforma
esta gran familia ganadera, estos fueron Julio y Pablo, los cuales
dedican el 100% de su tiempo a ella, contando con la inestimable
ayuda de sus hermanos, hijos y sobrinos, para que se hagan una idea
en esta ganadería hay unos 40 caballos domados que aparte de ser
utilizados para las distintas labores de la ganadería son utilizados
por la familia para las distintas modalidades hípicas, como acoso y
derribo, doma clásica y vaquera, raid, saltos hípicos etc., ganado
con estos gran número de galardones, como campeonatos de acoso y
derribo o campeonatos de doma clásica y vaquera.
Tras esta
breve introducir, nos centraremos en la ganadería brava, esta fue
creada por el patriarca de la familia, D. Julio A. de la Puerta y
Castro, que a pesar de que desafortunadamente D. Julio falleció en
el 2002 la ganadería, a modo de homenaje a su persona, sigue
llevando su nombre. Este empezó en 1940, cuando adquirió 40 vacas y
2 sementales de origen Vazqueño, a Curro Chica el cual formo su
ganadería al adquirir hierro y ganadería, a el Duque de Braganza,
en la actualidad este hierro es el de Dª María del Carmen Camacho,
decidiendo aumentar la ganadería en 1972, con la adquisición de la
ganadería de Don Javier Solís, el cual formo la ganadería al
adquirir la mitad de la ganadería de Don Bernabé Cobaleda, pura
Conde de la Corte, ósea Parlade, por lo que paso a tener dos
encastes con un mismo hierro, en la actualidad siguen con los mismos
encastes, llevándolos por separados, al igual que hizo el patriarca,
eso sí, con el paso de los años el encaste procedente de la compra
realizada a Don Javier Solís, lo han ido refrescando, con sementales
y alguna vaca, de distintas ganaderías, con el mismo encaste, como
la de Don Juan Pedro Domecq, Marqués de Domecq o más recientemente
Fuente Ymbro.
Por
desgracia los tiempos que nos está tocando vivir, no son los más
apropiados para mantener una ganadería con dos encastes, pareciendo
un “lujo” el tenerlos, al respecto los ganaderos lo tienen
clarísimo, ya que mientras puedan, por tradición y cariño los
seguirán teniendo, no tiene el mismo número de vacas de cada
encaste, ya que del encaste Vazqueño tiene unas 40 y de el de
Parlade tienen 200, evidentemente, aparte del cariño y la tradición
de tener los dos encastes, hay un factor positivo, que les ayuda a
continuar con los dos y este es, que a la hora de enlotar las
distintas corridas y que el encaste Vazqueño es chivato, casi todas
las reses de este encaste son de pelaje jaboneras en sus diferentes
modalidades, los toreros no poner ningún inconveniente en lidiarlos,
a pesar que los comportamientos son un poco diferentes, el Parlade
tiene más duración, por contrapartida el Vazqueño tiene más
carácter en la embestida, teniendo como semejanza, que tras muchos
años de dura selección los dos encastes demuestran su bravura hasta
los últimos instantes de su lidia.
Afortunadamente el momento ganadero por el que están atravesando es
muy bueno, por poner un ejemplo en los últimos cuatro años han
cosechado cinco indultos, el ultimo sucedió el pasado mes de julio y
el toro se llama “Malcocinado” herrado con el numero 25, el cual
aparece en una de las instantáneas que ilustran este reportaje,
aparte de numerosas vueltas al ruedo y diferentes premios, no
teniendo problemas en vender las distintas corridas, señal
inequívoca de que la ganadería está en buen momento, a pesar de la
crisis del sector. Una de las corridas que más alegrías les dio,
no solo por el triunfo obtenido por los espadas, los tres toreros
salieron a hombros (Encabo, Fandi y Castella) sino por el lugar en
donde se lidio, fue la lidiada la temporada pasada en Melilla.
Al
hablar de toros indultados, en ocasiones los aficionados más
exigentes se quejan o denuncian que hay toros indultados, que no se
lo merecían, cuestionándolos, al respecto los ganaderos apuntaron,
que ellos no son quien para hablar de los diferentes indultos de cada
ganadería, pero, que los indultos que ellos han tenido, aparte del
éxito propiamente dicho, obtenido en la plaza, hasta la fecha, todos
los toros indultados les han ligado estupendamente, especialmente el
toro “Anegado” marcado con el número 150, este fue indultado en
la plaza de Baeza en el 2008 y ha sido a su vez padre de tres toros
indultados cuyos nombres son “Pepe Luis”, “Petrolero” y el
ultimo el mencionado anteriormente “Malcocinado”, aparte de estos
tres toros cumbre, han habido otros que también han recibido premios
y galardones, desgraciadamente el toro falleció el mes de octubre
del año pasado, dejando un legado genético en la ganadería
magnifico.
El día que murió “Anegado” Julio no se encontraba en
la finca, pues se encontraba camino de Salamanca, y en una de las
paradas de descanso, se enteró del fatal desenlace, no pudiendo
contener las lágrimas. El motivo por el que Julio no se encontraba
en la finca, el día que falleció “Anegado” fue porque la
maldita burocracia que en ocasiones padece y sufren las ganadería,
le obligo a viajar a Salamanca para extraer unas pajuelas de los
testículos de un toro de nombre “Mantecoso” herrado con el
número 40, de pelaje jabonero claro, de origen Vazqueño, el cual
también aparece en una instantánea, que ilustra el reportaje,
captada el año pasado y que he creído oportuno el ponerla, este
toro, por reata y hechuras, el burel era precioso, fue utilizado
durante un tiempo como semental, con intención de lidiarlo, hay
muchas ganaderías, que utilizan este sistema, por diversos motivos
el toro fue vendido para correrse por las calles en un pueblo de
Castellón, en concreto Almazora, tras ser vendido, unos meses antes
de su lidia, ellos tentaron alguna vaca hija de “Mantecoso”
siendo muy buenas y aprobadas, por lo que intentaron por todos los
medios habidos y por haber, que tras su lidia, que este, pudiese
retornar a la finca y recuperarlo como semental, todos los esfuerzos
fueron en vano, por lo que solo les quedo la opción de enviar un
veterinario a la población castellonense a extraer los testículos
del animal, para intentar sacarles las máximas pajuelas posibles en
un laboratorio de Salamanca y de esta forma poder inseminar alguna
vaca artificialmente, consiguiendo el objetivo, pues sacaron más de
140 pajuelas, a título anecdótico la peña que adquirió este
ejemplar, en los carteles le cambio el nombre, rebautizándolo como
“Copito de Nieve”, debido, evidentemente a su bonito pelaje.
Tras contarnos
este “lance” ganadero, el cual les ocasiono gran cantidad de
quebraderos de cabeza y que se las tuvieron que ingeniar como
pudieron para “recuperar” una pieza clave para el buen
funcionamiento de la ganadería, nos despedimos de unos ganaderos que
lo son por tradición, afición y amor al toro bravo, esperando que
esta maldita pandemia, que estamos padeciendo pase lo más rápido
posible y que podamos disfrutar lo antes posible de la lidia de los
pupilos de esta ganadería.
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