Ureña estuvo demasiado pendiente del público, demasiado "acelerado" por las ansias de triunfo. Faenas desiguales pero con excelentes muletazos. Otras veces le hemos visto mejor colocado, un toreo mas comprometido, pero Paco sigue pasándose los toros muy cerca, a diferencia de casi todo el escalafón se trae los toros para adentro. Necesitamos más toreros como Paco
De los otros dos, nada que comentar.
Desde la admiración por su sentimiento torero, tal vez no seria demasiado incorrecto decirle a Paco Ureña, algunas cosítas respecto a su tarde de ayer. La primera es que la muerte del toro, es la parte esencial de la faena y por lo tanto, forma parte indisoluble de ella. El toro es un ser vivo y no puede esperar a que el torero, llegada la hora de entrar a matar, se dirija
ResponderEliminara la barrera, se lave, se acicale, beba agua, tome el estoque, tome del suelo un poco de arena para secar la mano, para finalmente regresar a la cara del toro para entrar a matar. EL toro cambia, aprende y en ese tiempo que se tomo Ureña, perdió la oreja. otro detalle que tal vez convendría no dejar pasar es que la suerte de matar es un muletazo mas. Se mata toreando. Por lo tanto en el embroque debe buscarse la mayor naturalidad posible, el mayor temple y la mayor ausencia de violencia. Ayer, Ureña, después de perder la primera oreja, mató al encontronazo, quedándose en la cara del toro, para dejarse cojer. No hay ni pizca de torería en ese dejarse coger. No hay verguenza torera, hay teatro. Y por último, a un toro de lidia no se le aplaude en su agonia. UN matador de toros, no es el publico de un programa de televisión. Un matador de toros no aplaude, por la misma razón que no se monta encima del toro. Un animal moribundo, para su matador, merece respeto y solo respeto. JUANSINTIERRA