En el coloquio del Club Cocherito, uno de los más antiguos y prestigiosos de España, me preguntan si creo que ha bajado la seriedad del «toro de Bilbao», santo y seña de esta Feria. Sinceramente, creo que, en presencia, en general, no; en casta y fiereza, sí, como en toda España, por la evolución hacia toros «artistas», «toreables», que «se dejan». Y, desde luego, lo que ha bajado mucho –también, como en toda España– es la exigencia del público. ¿Dónde quedó aquel público bilbaíno, educado pero de enorme exigencia? En la historia… Jorge Manrique lo dijo con más belleza: «¿Qué fueron sino verduras / de las eras?»
Andrés Amorós - "Las figuras están muy cómodas "
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