Son
jóvenes (la mayoría) y de muy diversas profesiones (también alguno
en el paro), juntos se toman unas cervezas antes y después de los
toros, se interesan por la música (la ópera, incluso), el cine
(Ateneo Orson Welles le pusieron a su invento). Se reúnen en una
librería donde, además, se toma café y a ella han convocado en
tertulias de gran nivel a toreros (Curro Vázquez, César
Rincón, Juan Bautista, Juan Mora, El Fundi, Rafaelillo), ganaderos
(Victorino Martín), artistas de la fotografía (Josephine Douet),
periodistas (Chapu Apaolaza). Y a Boadella, chúpate esa.
No
tienen otra financiación que las cuotas de sus socios (que van en
aumento, los socios, no las cuotas) y el establishment taurino los
mira con desdén, cuando no los ignora.
Hará
un par de años, en una de sus noches de copas y risas, el núcleo
fundacional (por llamarlo algo) tuvo una ocurrencia, otra más ¿por
qué no hacer una revista?. Y a ello se pusieron, en sus ratos
libres, aunando voluntades, que cada vez eran más y de diversas
procedencias que se sumaban a los residentes en la capital: de
Sevilla a Zaragoza, de Barcelona a Valencia o Granada.
Esa
ocurrencia tuvo nombre "El Monosabio" y en enero de
2015 vio la luz el primer número, dedicado- nada menos- que a la
"Corrida del Siglo", sí, aquella de 1982 (año del cambio)
en la que Ruíz Miguel, Esplá , Palomar y Victorino salieron a
hombros por la puerta grande de Las Ventas mientras la afición
gritaba ¡esto es la Fiesta, ¡esto es la Fiesta !.
Aquella
corrida, que si no cambió el mundo sí fue una convulsión,
muchos de La Orson- por edad- no la vieron, pero sí eran
conscientes (el abuelo o el padre que te la cuenta a la que puede,
las repeticiones por televisión
) de que esa Fiesta, la del toro de
verdad y los toreros que la enfrentan con gallardía es la que les
interesa.
Al
Monosabio 1, el taurineo , fiel a sus principios, la ignoró,
faltaría más y las muchachas y muchachos de La Orson la
distribuyeron a su aire, aquí una presentación (hasta la
Barcelona de la prohibición se fueron), allá voceándola a la
entrada de los toros en distintas plazas, entre miradas de
indiferencia ¡es la cultura, estúpidos!, y otras de pena,
aunque , de vez en cuando, alguien se acercaba, miraba
con curiosidad antropológica e incluso llegaba a preguntar ¿es
gratis ? . Al decir que la cosa eran cinco euros, pies para que os
quiero, que la cultura es para bajarla por la cara y por
internet , ¡amos anda!.
Pero
no escarmientan y ahora van y sacan El Monosabio 2. Un artefacto
(contra) cultural que luce en portada el dibujo de una minotauro con
corbata y como título "El animal político".
Y
es que de toros y política va la cosa. El lector- que alguno habrá,
digo yo- se encontrará con entrevistas a políticos de todo
los colores, incluido el alcalde comunista de la única ciudad
portuguesa en la que se matan los toros, sorprendentes
artículos/ensayos y un diseño gráfico que rompe esquemas.
Pero
más allá de todo ello, lo relevante es que pese a tanto tonto que
les niega el pan y la sal, ignorándolos desde su estúpida
arrogancia, ellos siguen, erre que erre.
Van
contra corriente, no se suman al lloriqueo autocomplaciente.
Van ligeros de equipaje y sobre sus hombros hay cabezas que piensan,
no rizos engominados que disimulan la caspa.
Y,
lo que son las cosas, todos aquellos (por ejemplo, los citados al
inicio) que han querido conocerlos (Esplá se fue de cena, anécdotas
y risas con ellos) han quedado fascinados. Así, sin exagerar.
¡Ha
salido El Monosabio, ha salido El Monosabio!.
Paco
March en Burladero
Nota: La imagen es diseño de José Vega