lunes, agosto 26, 2013

Sobre la faena de Urdiales al toro "Playito" de Victorino


El candor de Urdiales para no renunciar al canon clásico: paciente, después de su exhibición tan primorosa con el capote, supo esperar al toro, tragarle su bravo fondo,  bajarle la mano, no perderle pasos, improvisar los remates de tanda con la trinchera ligada al de pecho. Las pausas justas. No cortes de fluido. Una sensacional tanda de seis, el de pecho y un molinete. Y una cogida al entrar con la espada, de la que salió casi ileso. 
(Barquerito/Colpisa)

Playita fue fino y vareado, abierto de cara. En cárdeno oscuro, con un varetazo en el costillar y de pronta entrega al saludo de capa donde ya Urdiales cuajó la verónica hasta más allá de la segunda raya. Picado mal, pero fijo en el peto, sin oponer mucha resistencia. A la primera serie, el toreo y la profunda y seria embestida, con mucha pausa, como recreándose o poniendo a prueba el corazón de un Urdiales que se encajó, jugó la cintura y corrió la mano con tremenda naturalidad. Dos tandas que vencieron al viento y dieron la bienvenida a la lluvia en medio de una intensa emoción. Un cambio de mano dejó volar la muleta natural. Y por ahí Urdiales llegó a levantar al personal de los asientos. La colocación y traerse la embestida muy enganchada, a los vuelos y ese tranco de más, muy dormido al pasar por la faja. De nota el toreo al natural y el pitón izquierdo de una gran toro (...)

La faena fue de dos, pero se quedó sin espada. Diego de Arnedo se volcó saliendo trompicado del pinchazo con el acero y rebañado por el toro con mucho peligro. Pese al descabello, un orejón bárbaro fue para Urdiales.

Andrés Verdeguer ( Cornadas para todos)

Urdiales paseó la oreja del toro que hizo segundo, un animal bien hecho, musculado pero fino, que cumplió en varas y resultó bueno, con clase, humillación y bondad en la muleta. Faena cláscia y asentada del riojano sobre ambas manos, destacando la despaciosidad, la forma de correr la mano con gusto. Lo mejor llegó en su toreo al natural bajo la lluvia, dejando también buenos remates y soberbios ayudados finales. Concluyó de pinchazo -saliendo de la suerte trastabillado y con un golpe en la sien izquierda- y un descabello. Paseó una oreja y el toro fue ovacionado en el arrastre

Iñigo Crespo / Aplausos

Foto: Arjona /Aplausos

3 comentarios:

  1. Buen torero, con corte clásico, que es el bueno. Torero en el que se tenían que reflejar primeras figuras que son mucho mas aplaudidas y agasajadas. Torero que carga la suerte y torea natural, no como las antes referidas, que, además de no ponerse delante de un toro, torean por las afueras sin ningún pudor. Y encima las vitorean. Bien por el de Arnedo.

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  2. Urdiales firmó un par de naturales que son los mejores de la temporada y de muchas temporadas. Templados, encajados, puros, rítmicos y hondos. Eso sólo es posible con un albesarrada.

    A los victorinos les faltó algo de poder (sobre todo 1º y 6º) aunque todos (excepto 3º) humillaron. El 4º se fue sin torear por culpa de la faena "picotera" y vulgar de Ferrera. Bien el Cid en el 3º y un poco pesado en el 6º.

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  3. Urdiales firmó un par de naturales que son los mejores de la temporada y de muchas temporadas. Templados, encajados, puros, rítmicos y hondos. Eso sólo es posible con un albesarrada.

    A los victorinos les faltó algo de poder (sobre todo 1º y 6º) aunque todos (excepto 3º) humillaron. El 4º se fue sin torear por culpa de la faena "picotera" y vulgar de Ferrera. Bien el Cid en el 3º y un poco pesado en el 6º.

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