martes, agosto 20, 2013

Sobre la corrida de Garcigrande en Bilbao



Están ustedes viendo a El Juli retrasando la pierna que torea, la contraria, es decir, descargando la suerte, a la par que encogiendo el cuerpo (sacando culo en lugar de meter riñones). Eso es mentir, eso es esconderse. Digan lo que digan, me llamen lo que me llamen, eso no es torear. O al menos no es el toreo que a mi me convirtió en apasionado de esto. Pero, a decir verdad, no sé qué es mas preocupante: que El Juli haga eso o que la afición bilbaína (muy sabia, según dicen) lo tolere. Y no sólo lo tolere, sino que lo premie.

En fin, ese es el espectáculo que ha dadoEl Juli en el segundo de la tarde, un ejemplar de Garcigrande al que se picó en una ocasión, de mejor entrada que salida, infinita repetición y extrema nobleza que rozó lo borreguil. En el quinto siguió sin erguir la figura y toreando en la periferia.

De destacar la faena de Enrique Ponceal cuarto de la tarde, un toro que no apuntó a nada bueno durante los dos primeros tercios pero que sacó el fondo necesario (en parte debido a que el del castoreño lo dejó crudo) para que el matador de Chivas hiciera un gran esfuerzo y le arrancara algunas embestidas en las que, y no todo podía ser bueno, abusó del pico. (...)
Iñigo Martín Apoitia en Todo Toros
Aquí la crónica completa:
http://todotoros.blogspot.com.es/2013/08/el-liston-de-matias.html?m=1

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