Con puntualidad taurina, nos encontramos Pedro, Angel y un servidor tomando un cafelito en El Paraíso de Almoharín, localidad cacereña famosa por sus higos, sin dilación nos dirigimos hacía Los Alijares, que la tarde se nos echaba encima, en la puerta nos esperaba Joaquín, que dejó alli el coche y entramos “p’adentro”, un servidor nervioso, que a pasar de ser de pueblo y de campo, taurinamente hablando soy urbanita, y ver tan cerca los adolfos, provoca recuerdos de lo mucho disfrutado con los mismos en una plaza, nos recibió José Antonio, el mayoral, a quién secuestramos de sus labores para que nos guiará y presentará a la camada de este, y siguientes, años venideros, no esperamos, por miedo a que la tarde encapotada e invernal nos traicionará, al ganadero, que nos lo cruzamos por el camino, venía acompañado de Salva, insigne aficionado venteño, habitual en los escaños del siete, que se ha tirado al ruedo, con un par, para sentir la emoción de ver salir por chiqueros toros de la ganadería de Salvador Valverde, toda la suerte del mundo en tamaña aventura.
Es emocionante disfrutar de la presencia de los toros en su propia casa, no contaré, para no quedar mal, el miedo que pasé solo de bajar del coche a abrir la cancela que separaba los cercados, a pesar de que los animales estaban lejisimo, o más lejos todavía, y encima el cerrojo se atrancaba, claro que esto fue antes de ver un cuatreño con aviesas intenciones hacia quienes perturbamos su tranquilidad.
Una vez se acostó Lorenzo y pasó el testigo a Catalina, tuvimos una animada tertulia, en la casa al calor de la lumbre, el ganadero nos explicó la genealogía del encaste, entre fotos de ilustres toros, Adolfo Martín, excepcional ganadero y mejor anfitrión, nos adelantó que la primera del año es en Morón de la Frontera el 12 de marzo, Joaquín preguntó por el añojo que herró, y en el que tiene puesta grandes esperanzas, como el mayoral tiene para este año en Murciano, nº 38.
Gracias a los anfitriones por su magnífica acogida, y gracias a Pedro.
Pdta: No olviden los higos de Almoharín y Feliz Año Dos Mil Seis.