Ocurre que en el mundo del toro prevalece el oscurantismo por encima de cualquier otro planteamiento. Así, aciertan los empresarios sevillanos cuando dan la voz de alarma sobre las nefastas consecuencias de la crisis, pero para exigir reducción de gastos hay que poner sobre la mesa las cuentas reales de La Maestranza. Y exigirles, cómo no, a los maestrantes, propietarios de la plaza, una revisión a la baja del canon del 25 por ciento del dinero que entra en taquilla.
Exageran las figuras en su victimismo porque la fiesta está hecha a su imagen y semejanza. Ellos son los principales responsables de la problemática que excede de la crisis económica. Imponen el toro enfermizo, decadente y ruinoso que se arrastra por las plazas con la connivencia de la inmensa mayoría de unos ganaderos pusilánimes; exigen y alientan supuestamente la sospechosa manipulación de las reses que se lidian; imponen la composición de los carteles, vetan a compañeros, presionan a la autoridad y engañan a los públicos con un toreo alejado de la verdadera emoción que encierra la tauromaquia. Y lo que es más preocupante: solo en fechas y ferias muy señaladas son capaces de colgar el cartel de no hay billetes.
¿Qué persiguen las figuras? No lo dicen, pero es evidente que se atisban dos objetivos: primero, que no les toquen la cartera; y segundo, afianzar, aún más, su poder en el desarrollo de la fiesta. Si ello supone la desaparición del espectáculo, es evidente que les importa poco.
Antonio Lorca hoy en El País -quí el artículo " Los toros y el reino de la locura"
Cinco ridiculos.
ResponderEliminarEste articulo es el Evangelio. Mas corto ,
ResponderEliminarmas preciso y mas verdadero, imposible
Todo muy bien, pero el señor Lorca es el peor portavoz, con razón o sin ella, que tiene este espectáculo. Su tono, su posición siempre crítica, sin un atisvo de luz; su recrearse en las formas...con la intención de congraciarse con todos: taurinos porque escribe de toros y lo leerán (a él y al periódico que con ello queda justificado) y a los antitaurinos de salón (realmente todos lo son) porque ven en sus artículos un apoyo desde dentro de la fiesta a sus muchos postulados.
ResponderEliminarYo hace muchos, muchos años que dejé de leer El País. Me gusta que me digan lo que está mal, pero eso lo vemos todos, pero me gusta más que me den ideas, que me dejen una salida.
Como dice CRV la sóciedad está ávida de noticias de éxitos y no de fracasos. Así q démosles lo q quieren...
EliminarO no lees bien, o no lo interpretas bien, o yo me expreso como un libro cerrado....el equilibrio, lo ecuánime, lo justo...lo bueno se dice y lo malo también. Los radicalismos de cualquier signo no son buenos. Nos ciegan y no nos dejan ver. Hablamos de bravura?
EliminarFernando.